Este jueves se citan en Madrid el actual campeón de Europa contra el líder de la vigente campaña. Un duelo en el que el trono continental obtiene mucho protagonismo, ya que es el claro objetivo de ambos. Pero la realidad es que el cuadro turco tiene a tiro ser primero de la fase regular, pero cabe recordar que los dos últimos campeones de la Euroliga finalizaron en la quinta plaza. 

El Real Madrid no tiene motivo para estar preocupado, ya que sus más inmediatos perseguidores están a tres victorias de diferencia, con basket-average a favor de los hombres de Pablo Laso. El gran objetivo se basa en cerrar cuanto antes el factor cancha y pelear con el CSKA por la segunda posición.

El Fenerbahce, por su parte, está realizando una temporada perfecta. En la Super Ligi turca cayó este mismo fin de semana ante el Anadolu Efes, pero mantiene el liderato. En Europa es otro nivel. El conjunto de Željko Obradović es una maquina sin fallo que tiene como única misión aplastar a sus rivales. Sus dos últimas derrotas han llegado fuera de casa, motivo por el cual el Madrid puede y debe ser optimista. 

La venganza del Ülker Sports Arena

Esta será la segunda vez que se ven las caras dos de las mejores plantillas de Europa. En el partido de ida, el club blanco obtuvo una ventaja de seis puntos a falta de un minuto y medio, pero en el último suspiro Datome regaló la victoria a su equipo. Un partido marcado por la tensión, que acabó con la expulsión de Sergio Llull y el pique entre Randolph y Vesely. 

En el WiZink Center se espera un partido similar: baja anotación e intensidad defensiva desde el primer segundo. Los Datome, Guduric, Vesely, Melli... quieren dar un paso de gigante para confirma que van muy en serio a por el trono continental. Por su parte Llull o Randolph deberán mostrar su mejor nivel para que el partido sea inolvidable.

El rebote, la herida del Fenerbahce

Si hay una situación que Obradovic no consigue controlar, es el rebote. El Madrid es el equipo con más promedio a la hora de capturar los balones sueltos (36,2) por partido. Sin embargo el Fenerbahce tiene problemas con una media de 30,7, de los peores de la competición. 

A pesar de no ser lo suficientemente agresivos en esa estadística, es el equipo que más valoración obtiene por partido, superando los 100 puntos, indicador de que hacen las cosas muy bien. Todos los ingredientes están preparados para volver a vivir la última final y uno de los clásicos europeos de la última década.

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