Agónica y con la que será una de las mayores polémicas de la historia. Así se decidió una final que ya ha llevado al Real Madrid a quejarse oficialmente ante la ACB por el arbitraje recibido, ya que se consideró que Randolph había realizado tapón ilegal a Tomic en la jugada que definió un partido vibrante y emocionante en la prórroga. El croata del Barça realiza una bandeja, el balón toca aro y sale escupido. Es entonces cuando el ala-pívot del Real Madrid empotra la pelota con una mano y con la otra toca tablero, pero era un rebote y no tapón. Lo más grave es que se tomó la decisión tras ver las imágenes repetidas, lo que indignó a la entidad blanca. [Narración y estadísticas: Real Madrid 93-94 Barcelona Lassa]

El encuentro arrancó con un Barcelona Lassa más enchufado y haciendo especialmente daño en la zona con Tomic y Claver, que sacaba un 2+1 a Ayón para que los de Pesic se escaparan por primera vez en el marcador (7-14, minuto 5). El Real Madrid, a pesar de tirar mucho de tres y no acertar, fue despertando poco a poco y entrando en el partido.

Los problemas para los azulgrana llegaban con la segunda falta de Pangos en el minuto 8. Entre Randolph y Rudy Fernández recortaron la diferencia, a pesar de que el primer periodo destacó porque no es normal ver a los de Laso moviéndose en proyecciones tan bajas de puntos (16-20, minuto 10). 

Si algo le había faltado a la Copa hasta la final había sido la magia de Sergio Llull y esta apareció en el segundo cuarto para tirar del carro merengue. Dos triples y una gran asistencia a Tavares para ponerse por delante del Barça en el marcador (27-25, minuto 15). A pesar de ello, el Madrid estaba muy errático en tiros completamente liberados desde las esquinas. Algo extraño tratándose de, probablemente, el mejor ataque de Europa. 

El rebote de uno de esos triples fallados, 5/18 al descanso, lo cazó Ayón para empatar sobre la bocina (35-35, minuto 20). La final se estaba jugando al ritmo de Pesic, de hecho el Madrid no logró anotar durante la primera parte ningún punto al contraataque. Los de Laso necesitaban cambiar el partido y, sobre todo, comenzar a sentirse más cómodos sobre el parqué.

Los arreglos hechos por el técnico vitoriano dieron sus frutos en el inicio del tercer periodo. Cinco puntos de un entonado Causeur obligaron a parar el encuentro a Pesic (45-39, minuto 24) ante el temor a que el conjunto blanco rompiera el partido. Sin embargo, la defensa merengue también mejoró y Randolph castigaba en ataque con esos triples que no entraban antes del intermedio. 

La clave para que el Real Madrid se escapara estuvo en la inmensa actuación de Gustavo Ayón. 'El Titán' se adueñó de ambas zonas y los blancos endosaron al Barça Lassa un parcial de 25-6. Un tercer cuarto que terminó con 60-46 y con la sensación de que había campeón de la Copa del Rey. 

A pesar de ello, nada más lejos de la realidad, ya que el Barcelona pisaría el acelerador. De hecho, las pérdidas de los blancos y los triples de Oriola y Heurtel obligaron a parar el encuentro al entrenador merengue (61-55, minuto 33). No mejoró el Madrid tras el tiempo muerto y, con un parcial de 1-17, los de Pesic consiguieron dar la vuelta al marcador y volver a mandar en el luminoso del WiZink Center (61-63, minuto 35). 

Entonces llegó de nuevo Causeur para liderar un ataque blanco al que se sumó Llull con un triple. Pero El Clásico era de toma y daca y Kuric respondió rápido desde más allá de la línea de 6,75. Heurtel, el mejor del Barcelona Lassa, había sido el gran protagonista de la remontada culé en el último cuarto y pedía entonces los balones calientes. Al francés no le temblaba la mano y volvía a poner por delante a los de Pesic (70-74, minuto 37). 

El mejor final de la historia y el peor arbitraje

Unos pasos de Randolph dieron bola al Barcelona con tres puntos arriba para entrar en el último minuto de la final. El Real Madrid, que había ido ganando de 17, estaba contra las cuerdas. Sin embargo, el conjunto catalán no anotó y Campazzo dispuso de tres tiros libres para mandar a la prórroga el partido tras una falta de Hanga (73-76, minuto 39). 

El base del Real Madrid falló el tercero y Claver cogió el rebote. El internacional español erró el primer tiro libre y entonces el conjunto de Laso disponía de cuatro segundos para ganar o mandar el duelo a la prórroga. A pesar de no estar al 100%, la pelota fue para Llull (77-77, minuto 40). 'El Increíble' lo volvió a hacer y anotó para empatar y dar a una inmensa y emocionante final cinco minutos extra. La afición madridista, clara mayoría en el WiZink Center, estalló entonces al saber que había vida después de haberlo visto todo perdido. 

Las alternativas fueron constantes en la prórroga entre ambos equipos. Punto arriba y punto abajo que volvía a dejar un nuevo final de infarto y en el que el acierto con los tiros libres iba a ser esencial (87-87, minuto 43). Los nervios aflorecían y Llull falló un triple en la esquina solo. Acto seguido Tomic se colgó del aro y el Barça tenía una buena ventaja a falta de 40 segundos (87-90, minuto 44). 

Entonces la pelota le llegó a Campazzo y se jugó el triple, pero la pelota no quiso entrar y le hizo la corbata. Todo parecía perdido para el Real Madrid, pero Randolph anotó un triple y luego evitó, con polémica porque hay contacto claro, una bandeja de Singleton. Eran segundos de locura en el WiZink Center y Carroll sacó un 2+1 a Kuric (93-92).

Frenética, emocionante y para el recuerdo, malo para los madridistas, quedará esta Copa del Rey. Aquel momento, con tan sólo cuatro segundo por jugar de la prórroga, los de Laso tenían una mano puesta en el título. Pero tras el tiempo muerto, fue el momento de la jugada que quedará para la historia.

El balón le llega a Tomic que se juega una bandeja. La pelota toca el aro y después Randolph lo empotra contra el tablero. Suena la bocina, pero hay que revisar el tapón. Segundos que son horas para los dos equipos. Se hace el silencio en el WiZink Center y finalmente los árbitros conceden los dos puntos al Barcelona Lassa.

El equipo de Pesic lo celebra ya sobre el parqué, pero aún falta poco más de un segundo por jugar. Tiempo suficiente para que Sergio Llull esté a punto de reescribir la historia de nuevo. El aro escupe la pelota y con ello manda el título a Barcelona, aunque antes los árbitros ya habían ayudado a ello. La Copa del Rey 2019 quedará para la historia. La del 'robo' o la del tapón ilegal. La de la emoción y la que se decidió por el vídeo en una prórroga. Sea como fuere, larga vida al baloncesto.

Real Madrid 93-94 Barcelona Lassa

Real Madrid: Campazzo (19), Causeur (14), Deck (2), Ayón (12), Randolph (16) - quinteto inicial - Llull (13), Rudy Fernández (5), Carroll (5), Prepelic (-), Reyes (2), Tavares (2), Taylor (3).

Entrenador: Pablo Laso

Barcelona Lassa: Pangos (10), Ribas (2), Singleton (4), Claver (15), Tomic (14) - quinteto inicial - Seraphin (6), Hanga (2), Blazic (-), Smits (-), Heurtel (22), Oriola (7), Kuric (12). 

Entrenador: Svetislav Pesic

Árbitros: Juan Carlos García González, M.Á. Pérez Pérez, Benjamín Jiménez Trujillo.

Parciales: 16-20 | 19-15 | 25-11 | 15-31 | 16-17

Incidencias: Final de la Copa del Rey de baloncesto disputada en el WiZink Center de Madrid ante 13.468 espectadores.