Tras haber puesto fin a su etapa en el Real Madrid, Luka Doncic ha demostrado que ha llegado a la NBA para quedarse. En el presente curso, el jugador esloveno fichaba por los Dallas Mavericks, dando así el salto a la competición estadounidense y, a su vez, siendo la gran revelación del campeonato. Como cabía esperar, las expectativas se han visto reflejadas en la realidad, de tal forma que ha tenido su hueco en el top 10 anual tras el final del 2018.

En el ranking de las mejores jugadas del año pasado, Doncic puede ver su esfuerzo compensado en el mismo, ocupando el quinto lugar de la clasificación. Y es que en el partido en el que Dallas se enfrentó a los Clippers, Luka se sacó de la manga un tiro de tres para enmarcar. Con 104-107 en el marcador, y ya con el último segundo del último cuarto consumiéndose, el esloveno recibió el balón y no se lo pensó dos veces a la hora de lanzar.

La expectación era máxima entre la afición de los Mavericks, pues su equipo iba perdiendo por una diferencia de tres y, con tan poco tiempo disponible, solo un triple podía poner las tablas. Sobre la misma bocina, el balón entraba en la canasta tras rebotar en el aro con un lanzamiento bombeado, provocando la locura total en la grada, rindiéndose a su nueva gran estrella.

Un futuro brillante por delante

Lo cierto es que, tras cambiar de aires y tener que adaptarse a una competición totalmente diferente a las que disputó con el Real Madrid, Doncic ha demostrado estar hecho de otra pasta. El esloveno se ha adaptado con una facilidad pasmosa, hasta tal punto que, ya en sus primeros minutos con la camiseta de los Dallas, empezó a dejar su sello de identidad. Los aficionados también tenían grandes esperanzas puestas en él, siendo la gran revelación del equipo blanco en años anteriores, y hasta ahora pueden ver como sus frutos se han sembrado con éxito, pudiendo disfrutar de su nuevo ídolo.

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