"Es el Rookie del Año, y aún estamos en diciembre", decía Doc Rivers después del partido que enfrentaba a sus Los Angeles Clippers con los Mavs. Para llegar a este punto, primero han cambiado muchas cosas. La temporada pasada, el equipo texano terminó con un récord de 24-58. Desde la llegada a la franquicia de Mark Cuban de Doncic y DeAndre Jordan, el futuro del equipo parece mucho más brillante.

El ejemplo perfecto se ha dado durante la madrugada del domingo al lunes. Los Mavericks jugaban su último partido del año contra los todopoderosos Oklahoma City Thunder (22-12) en Dallas, y tras los 48 minutos, demostraron que los locales eran los mejores (105-103). El canterano del Real Madrid volvió a liderar a sus compañeros con 25 puntos y siete asistencias.

Paul George quiere el MVP

Paul George fue el jugador que llevó el peso ofensivo entre los rivales. El alero se fue hasta los 36 tantos, pero echó de menos a su compañero Russell Westbrook, que no tuvo su mejor encuentro. Se quedó por debajo de los diez puntos, y aunque se quedó cerca del cuádruple-doble, finalmente no superó la decena en ninguna categoría estadística. 'PG13' quiso emular la gesta de Doncic contra los Rockets, pero acabaron perdiendo de todas maneras.

Pese a todo el partido fue igualado. El equipo de Rick Carlisle llegó a ponerse diez arriba en el tercer cuarto, pero poco a poco, los Thunder fueron remando hasta colocarse a dos. La segunda parte del partido fue donde se vieron mayores parciales para cada adversario. En el tercer periodo podía parecer que los texanos se iban a escapar en el marcador, cuando de repente, el equipo de Álex Abrines, que no jugó, salió en tromba en el cuarto y casi remonta.

Con esta victoria, los Mavs siguen en la lucha por entrar en los Playoffs. También vuelven a estar cerca del balance neutro de victorias y derrotas, lo cual es una inmensa mejoría cuando se compara con la temporada pasada.

[Más información: La afición de los Mavericks se rinde ante Doncic al grito de "MVP, MVP"]

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