Jorge Fernández Díaz. Foto: Xavier Torres-Bacchetta.

Jorge Fernández Díaz. Foto: Xavier Torres-Bacchetta.

Novela

'El secreto de Marcial', Premio Nadal: Fernández Díaz reconstruye el misterio de su padre a través del cine

El autor argentino esboza una crónica familiar en la que las tramas de clásicos de su infancia como 'Mogambo' se entrecruzan con las de los personajes.

Más información: Jorge Fernández Díaz, Premio Nadal 2025 con una novela sobre su padre, un migrante asturiano en Argentina

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Cuando Jorge Fernández Díaz (Buenos Aires, 1960) hace literatura deja escapar su vena periodística. Se aprecia en su tendencia a escribir sobre hechos sucedidos sin remilgos y sin excusas, es decir, de una manera natural. Así construyó Mamá, su trabajo más afamado, que, a pesar de haberse publicado inicialmente en 2002, se comercializó en nuestro país hace ahora seis años.

El secreto de Marcial

Jorge Fernández Díaz

Premio Nadal. Destino, 2025. 252 páginas. 21,90€

En él, y al amparo de una cita sobre la veracidad de un argumento firmada por el mismísimo Truman Capote, Fernández Díaz presenta una semblanza de su madre, la adolescente asturiana a la que su familia envió a la Argentina para que se labrara un porvenir con la promesa –incumplida– de que la seguiría el resto de la familia. La obra resulta conmovedora.

En El secreto de Marcial, el escritor recupera la figura de su padre, apenas esbozada en la novela anterior. Marcial Fernández fue un emigrante de Luarca que recaló en Buenos Aires donde se unió a Carmina y formó una familia. Como recuerda su hijo, con el tiempo sus padres dejaron de quererse, aunque les unía la pasión por el cine del Hollywood clásico, tema que en esta nueva entrega tiene una importancia capital.

Desde que era niño, la relación entre Jorgito y Marcial estuvo marcada por las películas, sus intrigas y sus desenlaces. Pasado el tiempo, el padre no aceptó la vocación literaria del hijo e interpuso entre ambos una barrera de incomprensión y silencio.

Breve encuentro, Casablanca, La carta, La diligencia, Matar a un ruiseñor, Mogambo o Los mejores años de nuestra vida, conforman el imaginario colectivo de este grupo humano. En los filmes, aprenden desde cuál debe ser el comportamiento en una determinada situación a cómo se configuran los vínculos de pareja, cómo debe entenderse la masculinidad o cuáles son las obligaciones de una mujer casada.

Con el tiempo, además, comprenden que los mejores directores son capaces de filmar escenas cuya sutileza revela la complejidad de las relaciones entre los individuos y de unas historias cuyo sentido solo se entiende en la madurez.

En El secreto de Marcial las tramas cinematográficas se entrecruzan con las de los personajes, creando una realidad que completa la vida y la trasciende, aunque no siempre encajan de forma cabal. Al principio, sobre todo, algunas no están bien ensambladas y no pasan de ser meras anécdotas prescindibles.

Esta obra es la crónica sobre un tipo misterioso y enigmático que eligió el silencio en sus relaciones familiares

Sin embargo, a medida que el relato se centra en el misterio de Marcial y el narrador recupera pequeños motivos que fueron quedando en suspenso, la novela alza el vuelo. Se convierte en una crónica sobre un tipo misterioso y enigmático (transformado en héroe por acción del texto) que eligió el silencio en sus relaciones familiares, un hombre que, desde su juventud, experimentó una amistad que parecía inquebrantable hasta que se truncó sin que a nadie le interesara indagar en los motivos. Y ahí radica el fundamento de todo el entramado.

Los argumentos del cine se arman de significación y también lo hacen los personajes, sus viajes a la madre patria, las falsedades que adornan sus biografías y los huecos que han dejado en el pensamiento de un adolescente ocupado en su propia supervivencia. Es entonces cuando se analiza la figura paterna y su temperamento huidizo e insondable, y cuando cobra sentido toda la crónica familiar.

Como sucede en el Quijote, además, los actores de la primera novela reaparecen con la intención de ahondar en el significado de la historia y, tal vez, cerrarla para siempre. También entonces se revela el valor de películas como Mogambo o Centauros del desierto, cuyo mítico final respalda tanto el del padre como el de la novela.