
Elizabeth Strout. Foto: Ángel Mora
Elizabeth Strout, escritora: "El de la vivienda es uno de los principales problemas en EE.UU., aparte de Trump"
Se publica en España 'Cuéntamelo todo', una novela que reúne varias historias de personas corrientes al tiempo que se desarrolla la investigación de un asesinato.
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A Elizabeth Strout (Portland, 1958) no le gusta soltar a sus personajes. La escritora estadounidense prefiere, más bien, volver a ellos de vez en cuando como el que visita a sus familiares. De entre ellos, claro, tiene a sus favoritos. Olive Kitteridge, protagonista de su novela homónima con la que ganó el Pulitzer en 2008, le gustó tanto que se animó a escribir una trilogía que siguiera sus pasos. Lo mismo ocurrió con Lucy Barton, a la que también dedicó una saga que dio comienzo con Me llamo Lucy Barton.
Oriunda de Portland —no la Portland cosmopolita del estado de Oregon en la costa oeste, sino la mucho más provinciana y recogida en sí misma Portland del estado de Maine— le gusta ubicar sus novelas en la misma región donde se crió, con los mismos problemas que ella respira en el ambiente. También con las mismas personas que pisan sus calles: "gentes corrientes que no tienen ni idea de que arrastran con ellas historias absolutamente maravillosas", cuenta la novelista a El Cultural con los ojos muy abiertos, entre apasionados y analíticos, los mismos que utiliza para escarbar en lo más hondo de sus personajes.
Después de Lucy y el mar (2023), una novela elíptica que refleja el modo en que el confinamiento por la pandemia de la covid-19 dinamitó nuestra conexión con la realidad, Strout publica en España su nuevo trabajo. En él reúne a Lucy y Olive, sus dos personajes fetiche, que se intercambian historias tanto propias como ajenas mientras, en paralelo, se investiga un misterioso asesinato. Cuéntamelo todo, que así es como se titula la obra, es "una invitación a ser escuchado, una muestra de interés por la historia de los demás, incluso un ansia por querer conocer más profundamente al otro", lo cual, dice la autora, es "la única manera de no sentirse solos, al menos por unas horas".
Pregunta. ¿Somos nuestras historias?
Respuesta. No sé si somos o estamos formados por las historias que nos contamos pero sí que pienso que nos representan. Por ejemplo, las historias que decides contar en un bar una noche o a cierto amigo en la intimidad. Todo eso construye la imagen que el resto tiene de ti. Es cierto que todo eso que ya te ha ocurrido y que cuentas ya te ha formado y condicionado en tu interior, pero en el momento que decides contarlo a alguien, para esa otra persona pasas a ser alguien distinto de lo que eras anteriormente.
P. Llega un momento en la novela en que una de sus protagonistas, al escuchar un suceso del pasado, se sorprende por la cantidad de historias inauditas que vive la gente corriente. ¿Existen las personas aburridas, sin nada relevante que contar?
R. No, no lo creo. Todos tienen algo con lo que viven que no cuentan a otras personas. Tal vez les dé vergüenza, quizás no quieren que les juzguen, o sencillamente no se sienten a gusto compartiéndolo. Puede, incluso, que no sean siquiera conscientes de que llevan esa historia dentro. Por muchas razones todos caminamos por la vida con cosas dentro que otras personas no conocen, incluso los que son más cercanos a nosotros. Eso es lo que intento transmitir. Quiero conectar con el lector mostrándole historias increíbles de gente corriente. Quizás con alguna de ellas se sienta especialmente conectado en algún aspecto muy íntimo que, como los personajes de la novela, no ha querido compartir con el resto.
P. La historia se desarrolla durante los últimos coletazos de la pandemia de la covid-19, en esa "nueva normalidad", de la que se hacen eco varios de sus personajes. ¿Cómo nos afectó todo aquello en nuestra forma de ser y de relacionarnos con el resto?
R. Nos afectó de mil maneras distintas, dependiendo de las circunstancias de cada uno. Para muchas personas, especialmente en las ciudades, la pandemia fue muy difícil. En las zonas rurales no fue tan difícil porque podías salir a caminar, pero creo que cambió cosas porque las personas tenían que estar solas. Si alguien estaba solo, pues esa soledad se recrudeció por el encierro.
P. La soledad es, precisamente, uno de los temas principales que vertebran su novela...
R. Está relacionado con lo que comentaba antes de que todo el mundo carga con historias personales que el resto desconoce. Si escondes algo, eso te hace sentirte aislado. Por eso ese "cuéntamelo todo" del título es una invitación a compartir esas experiencias para paliar la soledad, que es insalvable. Creo que es algo inherente en la naturaleza humana: estar solos sin ser conscientes de ello.
"Todo lo que sale de la boca de Trump da miedo"
P. Desliza en varias ocasiones en esta novela el problema de la vivienda. ¿Cómo percibe esta situación en su país? ¿Cree que es un problema acuciante?
R. En Crosby, la "nueva normalidad" ha traído consigo un aumento de los precios de los alojamientos porque mucha gente de las grandes ciudades se mudó a Maine para poder sobrellevar la pandemia y se quedaron después. Es algo que ha ocurrido también en la realidad.
»Todo ese flujo de gente hizo que se disparara el precio de la vivienda. Pasó en todo el país pero sobre todo en Maine. La razón es sencilla: no hay suficientes casas. El de la vivienda es probablemente uno de nuestros mayores problemas, aparte de nuestro nuevo presidente [Donald Trump].
P. ¿Qué opinión le merecen Trump y las nuevas medidas que está impulsando?
R. Es horrible, horrible, totalmente horrible. Todo lo que sale de la boca de Trump da miedo.
P. En esta novela ha juntado a dos personajes que son protagonistas de sus respectivas sagas, ¿qué le ha impulsado a construir esta especie de mundo compartido?
R. Llevo muchos años, pero realmente no entraba en mis planes construir un universo así. No empecé con esa intención, pero luego me di cuenta de que amaba a todos los personajes y que seguían ahí, dando vueltas en mi cabeza. No podía parar de escribir cosas sobre ellos. Y luego me di cuenta de que, al vivir todos en Crosby, estaban conectados. Así que me puse a escribir una historia compartida. No estaba predestinado, pero salió de forma orgánica.
P. Ha construido una historia a partir de los retales de otras muchas, ¿qué le llevo a crear esta especie de mosaico narrativo?
R. Básicamente me interesan las personas. Las personas son mi sustrato principal. Estos personajes son personas reales para mí. Me interesa averiguar qué es lo que harían en una u otra situación.
P. Sus últimas novelas se han desarrollado en el presente de cada momento. ¿Planea que su siguiente trabajo refleje el cambio de rumbo que está llevando a cabo Trump?
R. Es un problema enorme. Está haciendo que todo cambie tan rápido que es imposible escribir sobre ello. Hay que darle tiempo para verlo con perspectiva y entender lo que significa todo el conjunto. Si lo hiciera ahora sería un absoluto caos sin sentido.