La infiltrada, un vibrante thriller que cuenta la historia real de una policía que se infiltró en la banda terrorista ETA, se llevó anoche el premio gordo de los Goya, el de mejor película, compartiéndolo ex aequo con El 47, algo que no había ocurrido nunca en la historia de los premios del cine español.
Al recoger el premio, una de sus productores, María Luisa Gutiérrez, lo dedicó a la persona real en la que se inspira la película "y los que como ella arriesgan su vida por el bien común y, sobre todo, por defender los principios de la democracia, que se basa en la libertad de expresión".
También quiso compartir el premio con la familia de Gregorio Ordóñez, político del Partido Popular que fue asesinado por ETA en 1995 cuando era diputado del Parlamento Vasco y teniente de alcalde del Ayuntamiento de San Sebastián, y de cuyo crimen se cumplieron 30 años el pasado 23 de enero.