
Laetitia Dosch con el perro Kodi, que interpreta a Cosmos, en un momento del filme
'El juicio del perro': divertida farsa política con la mejor interpretación perruna del año
La actriz francesa Laetitia Dorsh debuta en la dirección con una película muy atractiva visualmente que nos habla de la intolerencia en el mundo actual.
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Aquí nos encontramos con un título que sí define perfectamente el contenido de la película a la que nos enfrentamos: El juicio del perro. Basada en hechos reales, en el proceso contra un ciudadano francés por las mordeduras de su perro a otras personas –que tuvo gran repercusión y que acabó en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos–, la actriz Laetitia Dosch (París, 1980), vista en peliculas de Christophe Honoré, Catherine Corsini o Maïwenn, salta a la dirección para darle una vuelta de tuerca al caso, con personajes caricaturescos, cercanos al estilo cartoon.
Todo arranca cuando la abogada suiza Avril, a la que da vida la propia Dosch, consigue que el perro Cosmos, que ha atacado supuestamente a tres mujeres, sea considerado un individuo en vez de una cosa –ese era el estatuto que tenían estos animales hasta hace poco a nivel legal en la mayoría de países europeos–.
De esta manera será el can quien se someta al proceso y no su dueño Dariuch (François Damiens), discapacitado visual, entrando la película en el terreno de lo absurdo y lo surrealista, a lo que contribuye la colorida y vibrante puesta en escena y el tono exagerado de las interpretaciones del reparto.
En sus 85 intensos minutos, El juicio del perro apunta a cuestiones esenciales del debate contemporáneo. En un momento clave del proceso, la mujer a la que Cosmos ha desfigurado la cara, una limpiadora portuguesa, arremete con virulencia contra la abogada y exige que el perro sea sacrificado, como estipula la ley. Seguidamente, el inefable cuidador al que interpreta Jean-Pascal Zadi confirma que el can solo ataca a mujeres, porque solo se siente amenazado por ellas.
En ese instante, se desata un cisma social en la ciudad, con animalistas arremetiendo contra la víctima y feministas pidiendo la muerte del perro misógino. En una revisión cómica y patética de Perro blanco (1982), el filme de Samuel Fuller en el que un adiestrador trata de modificar la conducta de un perro educado para atacar a personas negras, Avril tratará de resolver el supuesto machismo de Cosmos, proyectando en él algo que solamente pueden ejercer los humanos.
Hay más apuntes políticos, como esa fiscal de Anne Dorval que compagina su labor en el juicio con una carrera como líder de la ultraderecha, soltando ridículas soflamas cada dos por tres, y momentos absolutamente disparatados, como el comité de expertos conformado, entre otros, por un filósofo, un rabino y un budista, que discuten si un perro tiene la capacidad de tomar decisiones siguiendo el libre albedrío.
Si como experiencia El juicio del perro es un divertido entretenimiento, además de una sugestiva propuesta visual, Dosch se las ingenia además para elaborar una farsa política de gran calado sobre la intolerancia. Y si todos los intérpretes se muestran sólidos en el registro cómico, quién más destaca es Kodi, el perro que da vida a Cosmos, quien sin duda merece la estatuilla a la mejor interpretación perruna del año.
El juicio del perro
Dirección: Laetitia Dosch.
Guion: Anne-Sophie Bailly y Laetitia Dosch.
Intérpretes: Laetitia Dosch, François Damiens, Jean-Pascal Zadi, Anne Dorval, Pierre Deladonchamps, Bouli Lanners.
Año: 2024.
Estreno: 17 de enero