
David Hockney: '25th June 2022, Looking at the Flowers (Framed)' (25 de junio de 2022, mirando las flores (enmarcadas)', 2022 © David Hockney / Jonathan Wilkinson
La primavera de David Hockney florece en París con su mayor exposición: 400 obras del colorista británico
La Fundación Louis Vuitton repasa siete décadas de la trayectoria del octogenario, desde sus famosas piscinas a sus dibujos hechos con iPad.
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David Hockney (Bradford, Reino Unido, 1937), uno de los artistas vivos más cotizados del mundo, ha sido testigo de incontables cambios en el mundo del arte: del expresionismo abstracto al pop art, del arte conceptual al minimalismo, y del auge del posmodernismo al arte digital.
A sus 85 años, el colorista pintor británico ha sobrevivido a todos. "La mayoría de los artistas caerán en el olvido. Es su destino. Podría ser el mío también, no lo sé, pero no me han olvidado aún. No pasa nada si sucede, no estoy seguro de que eso importe tanto", reconoce en No se puede detener la primavera (Siruela, 2022), libro que recoge el éxodo del artista a la floreada Normandía durante la pandemia.
Bajo el mismo motivo, la Fundación Louis Vuitton de París acoge, del 9 de abril al 31 de agosto de 2025, la exposición Hockney 2025. Una muestra que ocupará el gran edificio parisino esta primavera con más de 400 obras de la extensa trayectoria del artista, que abarca desde 1955 a 2025.
Como lo fue para Van Gogh, que huyó al sur de Arlés, la búsqueda de la luz fue lo que condujo a Hockney a mudarse en 2019 al noreste de Francia, radicalmente opuesto al bullicio de Los Ángeles, donde se mudó en los años 60, o a la lluviosa Bridlington, zona costera cerca de Yorkshire donde residió temporalmente durante años.
Lo que empezó como un encierro pandémico se ha convertido en un prolífico legado, siendo esta la cuarta exposición que el país galo dedica al británico, cuyo francés, "muy rudimentario" —asegura el autor en el libro— no le ha impedido triunfar allí. "Me preguntaron si no era un poco difícil vivir en Francia sin ser capaz de comunicarme. Respondí: ¿A qué te refieres? ¡Ya llevo tres exposiciones aquí!".

David Hockney: 'Play within a Play within a Play and Me with a Cigarette' ('Una obra dentro de una obra dentro de una obra y yo con un cigarrillo'), 2024-2025 © David Hockney / Jonathan Wilkinson
En 2024, el Musée des Beaux-Arts de Rouen presentó David Hockney Normandism, muestra similar a la que dedicó el Museo de la Orangerie en 2021, Un año en Normandía, y a la de la galería Lelong & Co. de París en 2020, Mi Normandía.
La nueva exposición, que se centrará en los últimos 25 años de producción del artista, exhibirá muchos de los lienzos primaverales inspirados en la campiña francesa, pero también obras icónicas y recientes de muy distintos formatos. Óleo, acrílico, tinta, lápiz, carbón o iPad, fiel compañero del pintor desde hace una década—"El iPad es como una interminable hoja de papel que recoge a la perfección mi sentimiento de que la pintura debe ser grande", dijo en una entrevista recogida por El Cultural—.
"Esta exposición significa muchísimo para mí porque es la más grande que he tenido: 11 salas en la Fondation Louis Vuitton. Algunas de las últimas pinturas en las que estoy trabajando ahora estarán incluidas en ella", ha asegurado el pintor sobre la muestra, en cuya preparación ha participado activamente junto con su pareja y gerente de estudio, Jean-Pierre Gonçalves de Lima, y su asistente Jonathan Wilkinson, su "indispensable asesor tecnológico".

David Hockney: 'Retrato de un artista (piscina con dos figuras)', 1972. © David Hockney / Art Gallery of New South Wales / Jenni Carter
La muestra comienza con una selección de sus obras más emblemáticas de los años 50 a los 70, incluidos sus comienzos en Bradford, su ciudad natal (Retrato de mi padre, 1955), su estancia en Londres y luego en California, donde consiguió capturar a pinceladas la efervescencia de la costa Oeste estadounidense, donde reinaban los cielos azules y los chapuzones eternos.
De esta etapa californiana se podrán ver A Bigger Splash (1967), cuadro cedido por la Tate Modern, y Portrait of An Artist (Pool with Two Figures) (1972). "La propia salpicadura está pintada con pinceles pequeños y con líneas pequeñas. Tardé dos semanas en hacerla. Me encantó la idea de pintar como Leonardo, con todos sus estudios sobre el agua, los remolinos", dijo el pintor sobre el primer cuadro.
Aunque su nombre siempre quedará ligado a la estética hedonista hollywoodense, la naturaleza adquiere cada vez más importancia en su obra durante la década de 1980 a 1990, como ilustra A Bigger Grand Canyon, 1998. El jardín, el cielo, el agua, los árboles —"Siempre estoy mirándolos. Quizá vuelva a pintar esta tarde los manzanos y los perales, porque ahora tienen fruta"—, se convierten motivos recurrentes en sus lienzos, como se aprecia en los dedicados a Normandía y a sus paísajes, a los que la muestra dedica una planta entera.
Su trabajo se acerca al de los impresionistas, como Cézanne o Van Gogh, siempre pendientes de la luz y los cambios de estaciones, pero sus referencias oscilan desde el renacentismo precoz de Fra Angelico, el cubismo de Picasso —al que "respetaba tanto como para conocerle en persona"— hasta el barroco de Claude Lorrain o Caravaggio, al que el británico atribuye el título de "inventor de la luz de Hollywood".
La muestra también dedica una sala a explorar este diálogo continuo de Hockney con los maestros de la pintura y otra a sus obras más recientes, pintadas en Londres, donde el artista reside desde julio de 2023. Estas pinturas están inspiradas en Edvard Munch y William Blake: After Munch: Less is Known than People Think (2023) y After Blake: Less is Known than People Think (2024), en las que astronomía, historia y geografía se entrecruzan con la espiritualidad, según el artista.

David Hockney: '30 de abril de 2020', 2020. © David Hockney
Apasionado de la ópera, a pesar de que acabó prematuramente su carrera como escenógrafo por su pérdida de oído, la muestra reinterpreta algunos de los diseños escenográficos que creó desde la década de 1970 —como El progreso del libertino—en una nueva creación polifónica, en colaboración con 59 Studio.
Entusiasta contagioso y fumador empedernido, Hockney parece haberse rendido ante los preceptos de Epicuro. No se aferra a la juventud sino que considera la vejez como una fase importante de la vida: un tiempo para reflexionar en paz. "Cuando empiezo en el estudio me siento como tuviera treinta", explica en el mencionado libro, "Me levanto para pintar, trabajo de pie, sobre todo. Se supone que quedarse sentado es malo para la salud, pero es que se supone que todo es malo para la salud. Yo no hago caso. Mi madre vivió hasta los 98".