Ana Nance es más que una fotógrafa de raza y una artista de sangre, es una exploradora incansable de la condición humana. Su curiosidad le ha llevado a recorrer decenas de países. Su obra refleja una conexión profunda con las culturas, las identidades y la memoria colectiva. Nacida en Estados Unidos, de madre española y padre estadounidense, su vida, su fotografía y su arte en general son el resultado de una enriquecedora mezcla cultural.
Su nueva exposición, Around the World, es un viaje en el tiempo. Expuesta en la Leica Gallery de Madrid, esta muestra nos transporta al año 1992, cuando Ana recorrió 22 ciudades en menos de 100 días. Cámara en mano, capturó un mundo efervescente que todavía era ajeno al ritmo frenético de la tecnología moderna. Usando una Leica M4 y una M6, sus fotografías combinan la frescura de la juventud con una narrativa visual única que transita entre el color (Leica M4) y el blanco y negro (Leica M6).
Matías Costa, comisario de la exposición comenta que no es solo una colección de imágenes, "es una invitación a redescubrir el arte de mirar con detenimiento". Esta exposición celebra la fotografía analógica como una forma única de preservar las historias, guardando las emociones que conectan el pasado con el presente. Recordándonos a quienes lo vemos, la belleza de lo imperfecto, de lo sutil, de lo efímero. La propia Ana durante la entrevista habla del tiempo como un elemento físico que ha transformado su trabajo. Viajemos en el tiempo.

Ana Nance posa frente a algunas de sus fotografías de su exposición 'Around the world'. Fotografía realizada con Leica Q3 43. Madrid
Ana Nance es artista, fotógrafa, madre... ¿Va todo eso unido en tu trabajo?
Y también mujer. Creo que todo se une porque cada faceta influye en la otra. Ser madre me ha cambiado la sensibilidad y la madurez, mientras que el arte y la fotografía me ayudan a reflexionar más conceptualmente. Mi vida personal también ha sido un gran apoyo para ser mejor persona y encontrar un equilibrio entre responsabilidad y creatividad.
Cuéntanos cómo fue esa llamada que te llevó al proyecto Around the World.
Cuando acabé Bellas Artes me fui a Nueva York y trabajaba en la agencia Sygma. Un día recibí una llamada fortuita buscando a alguien para un encargo que consistía en recorrer 22 ciudades en menos de 100 días sin aviones. Ya que los fotógrafos principales de la agencia estaban ocupados en otros proyectos, aproveche la oportunidad, presenté un portfolio de fotografías del pueblo de mi madre en la Sierra de Segura y me escogieron. Luego llamé a Leica que me prestó una cámara M6, y con una M4 que ya tenía, regalo de mi padre, emprendí esta aventura que marcó mi carrera.

Parte de sus fotografías de 'Around the world' en el Transiberiano. Fotografía realizada con Leica Q3 43. Madrid
¿Qué podemos ver en la exposición Around the World?
Es un reflejo de una mirada joven y curiosa, con mucha energía y con un deseo de explorar el mundo. Las imágenes muestran momentos significativos en lugares como el mercado de pescado de Tokio o el circo Bolshoi en Moscú. Hay una mezcla de color y blanco y negro, con un enfoque técnico característico de la fotografía analógica. Aunque las transparencias de color tienen un aspecto peculiar por el paso del tiempo, son un testimonio de esa época y del proceso analógico. Ya que el paso del tiempo se nota mucho, he vivido dos mudanzas entre Estados Unidos y España y siempre me llevé mi trabajo conmigo.
¿Cómo ves el impacto del proceso analógico frente a lo digital en estas imágenes?
La fotografía analógica tiene una estética y una profundidad que es difícil replicar digitalmente. El grano, los colores y los detalles en blanco y negro ofrecen una calidad táctil y emocional única. Creo que esas imperfecciones y peculiaridades del analógico enriquecen la experiencia visual y nos conectan con el momento en que fueron tomadas. Y hay un aspecto místico en algunas fotografías. La fotografía del mercado de Tokio no se va a repetir, yo he ido dos veces más y ya no ves tantos atunes juntos.

Fotografía del Mercado de Tokio, una de las fotografías principales de la exposición de 'Around the world'. Fotografía realizada con Leica M6. Tokio
De Around the World a la cerámica y el dibujo, ¿qué te llevó a explorar otras disciplinas?
Siempre he tenido interés por trabajar con conceptos profundos y decidir la disciplina según lo que quiero expresar. Mi trabajo en cerámica, por ejemplo, está relacionado con mis raíces, explorando temas como la migración de mi madre y la historia de los íberos en la Sierra de Segura. Aunque empecé en la fotografía por las oportunidades laborales del momento, mi formación en Bellas Artes siempre me ha impulsado a experimentar con otros medios.
¿Cómo defines tu arte, tu fotografía y cómo encaja en tu experiencia personal?
El arte es trabajar con un concepto y transmitir tus sentimientos hacia él. Es un proceso profundo y personal que va más allá de la técnica. Aunque una foto puede ser simplemente una imagen, el arte en la fotografía surge cuando hay una intención y una reflexión detrás. Para mí, la creatividad y la exploración son esenciales, y cada disciplina que exploro enriquece mi mirada fotográfica. No dejo que la herramienta me defina, sino que la utilizo para expresar un concepto que tengo dentro.
¿Qué importancia tienen espacios como la Leica Gallery para la cultura y el arte?
Son fundamentales para nuestra sociedad y nuestro pensamiento. Leica no solo fabrica cámaras, sino que también apuesta por la cultura al ofrecer galerías en sus tiendas y apoyar a artistas. Esto fomenta una oferta cultural que educa y enriquece a las comunidades. Es admirable que sigan fabricando cámaras analógicas y mantengan vivo ese legado histórico y cultural. Estoy muy agradecida por el apoyo de Leica.

Inicio de la exposición de 'Around the world' en Leica Gallery. Fotografía realizada con Leica Q3 43. Madrid
Este artículo ha sido elaborado con la Leica Q3 43, una compañera de confianza que ayuda a nuestros reporteros a elevar la narración periodística visual a otro nivel.
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