Exposiciones

Iconos de la fotografía

Momentos Estelares

4 octubre, 2007 02:00

W. Eugene Smith: pueblo español, 1951

Comisaria: Oliva María Rubio. Círculo de Bellas Artes y Canal de Isabel II. Marqués de Casa Riera, 2 y Santa Engracia, 125. Madrid. Hasta el 18 de noviembre.

Un conjunto deslumbrante de obras maestras. Para cualquier aficionado al arte es imperativo visitar esta doble exposición, en el Círculo de Bellas Arte y el Canal de Isabel II, donde va a encontrarse con un gran número de fotógrafos míticos, representados por excelentes ejemplos de su trabajo, y ¡prácticamente todo copias de época! Sólo en la primera sala: Edward Steichen, Alfred Stieglitz, Paul Strand, Charles Sheeler, Edward Weston, Tina Modotti, Ansel Adams, Imogen Cunningham, Albert Renger-Patzsch, Karl Blossfeldt, August Sander... y, como un pulpo en un garaje, el pictorialista Ortiz Echagöe. El español, que es por otra parte un artista muy apreciable, queda "evolutivamente", aunque no cronológicamente, fuera del discurso expositivo, que arranca precisamente de la reacción, en Estados Unidos y Alemania, frente al pictorialismo. La razón de su inclusión hay que buscarla en la atípica gestación de la exposición. Primero fue el libro. La editorial Abada, de la que fue cofundador, y editor hasta 2004, el director del Círculo, Juan Barja, ha traducido al castellano el Diccionario de fotógrafos del siglo veinte de Hans-Michael Koetzle, comisario de fotografía, editor de la revista Leica World y autor de los populares Photo Icons de Taschen. Un voluminoso tomo que incluye 549 entradas, editado en Alemania (editorial Knaur) en 2002 y no actualizado, por lo que las referencias de exposiciones y publicaciones se interrumpen en 1999-2000. La selección de autores, limitada a los ámbitos europeo y norteamericano y a la fotografía "pura", privilegia lo alemán y da gran protagonismo a los fotógrafos que han trabajado para publicaciones periódicas. Es, por dar cabida a esos nombres poco habituales, una herramienta más útil para especialistas -el estudioso, el comisario o el coleccionista- que para quien quiera introducirse en la historia de la fotografía moderna. Planteado como diccionario biográfico (el modelo de las vidas), podría servir como primera aproximación a los artistas escogidos, pero las ilustraciones son en general poco idóneas: para evitar los derechos de autor, la mayoría son reproducciones de páginas o portadas de revistas y catálogos, casi todos de la propia colección de Koetzle.

Cuando Oliva María Rubio (a través de La Fábrica) recibió el encargo de organizar una exposición para acompañar el lanzamiento del libro, pidió libertad para elegir y ordenar. En el caso de los fotógrafos españoles (veníamos del caso Ortiz-Echagöe) prefirió estratégicamente mantener la selección de Koetzle, pero añadiendo algunos nombres aquí ineludibles como Centelles, Català Roca o Madoz. También tuvo que subsanar algunas omisiones importantes en el libro (Jeff Wall, Victor Burgin, Vik Muniz, Hamish Fulton), que renuncia "a aquellos artistas para los que la fotografía representa tan sólo un medio entre otros", y a todo lo que toca la performance, el land art y el conceptual. A pesar de que la exposición comprende cerca de 300 fotografías y más de 100 autores, no llega a cubrir todos los desarrollos del medio en el siglo XX. Pero, con excepción de un puñado de resbalones, los que están son. Incuestionablemente. En el Canal de Isabel II el impacto, para quienes siguen la programación de las galerías y visitan ferias, es menor, pues es fácil ver obra de la gran mayoría de los artistas allí reunidos en el circuito comercial y expositivo. La proliferación en las últimas décadas de la fotografía artística, junto al aumento de tamaño de las copias (que crea problemas de espacio en la sala), hace que lo seleccionado constituya sólo un muestreo de tendencias y de nombres influyentes. Además, se ha recurrido aquí, masivamente, a lo disponible en galerías y colecciones españolas, por lo que, aunque sean en su mayoría de buena calidad, no abundan las obras "clave".

En el Círculo, por contra, casi todo viene de fuera de España, aunque haya préstamos generosos del IVAM y el MNCARS. (Esto es revelador del mercado de la fotografía en nuestro país, bien nutrido de lo más reciente pero muy escaso en lo histórico). Tras el brillante comienzo al que he hecho referencia, los capítulos dedicados a la "nueva visión", el surrealismo y el dadá son magníficos. Germaine Krull, Leni Riefenstahl; John Heartfield, Raoul Hausmann y Hännah Hüch; Paul Nougé, André Kertesz, Brassaï, Grete Stern, Man Ray, Claude Cahun, Raoul Ubac, René Magritte... todo de primera clase. De muchos de estos autores hemos podido ver exposiciones monográficas y una gran parte de las obras son bien conocidas, "iconos" de la fotografía moderna. Pero es emocionante verlas juntas, sentirse entre las páginas de un manual pero percibiendo el aura que, a pesar de que la época de la reproductibilidad técnica es ya el pasado, tienen estos vintages que han modelado nuestra cultura visual. Siento menos admiración por los autores de la fotografía social, documental o de moda, pero la selección es en esas salas igualmente pulcra. Además, en vitrinas (aquí sí llenas de sentido, como complemento a los "iconos"), encontramos gran cantidad de publicaciones de la época, seleccionadas por Koetzle entre las de su colección, que aportan valiosa información sobre las modalidades de información gráfica, de narración fotográfica.