Nunca ha caído seis trimestres consecutivos, pero hay riesgo de que suceda. Pero el Ibex 35, la referencia bursátil española, ha vuelto a perder fuelle en las últimas cuatro jornadas y ese récord negativo puede consumarse el próximo 30 de septiembre. El índice de las 35 empresas españolas más importantes en bolsa ha vivido un buen verano, recuperándose del terremoto que supuso el ‘brexit’ (23J) y que provocó la mayor caída en un sólo día de la historia del Ibex (12,4%).

La recta final del trimestre se le está atragantando a la Bolsa ibérica hasta el punto de poner en riesgo las subidas acumuladas en el periodo veraniego, que han llegado a superar el 10% hasta la semana pasada. Cuando faltan once jornadas para que concluya el tercer trimestre de 2016, el Ibex 35 acumula alzas del 6%, pero ha caído en tres de las últimas cuatro jornadas.

El aumento de la tensión financiera se ha visto reflejado en índices como el VIX, que mide la volatilidad de las opciones y futuros en Wall Street, debido a la retórica sobre posibles subidas de tipos de interés en EEUU el próximo 21 de septiembre. En esta racha bajista, que comenzó en marzo de 2015, la caída acumulada se eleva al 20%. El Ibex ha pasado de 10.769 a 8.720 puntos en este tiempo.

.

Casi sin constructoras

Los inversores guardan en la memoria lo sucedido tras el último movimiento en esa dirección de la Reserva Federal de EEUU el pasado diciembre, que encendió la crisis en las economías emergentes, aceleró la caída del crudo y se combinó con otro episodio de crisis en las bolsas chinas. Todo aquello sembró de números rojos las principales bolsas y, entre ellas, el Ibex, que llegó a registrar su peor arranque de año hasta el 20 de enero.

En plena tormenta, la Bolsa española se ha visto especialmente afectada por su exposición a economías como Brasil, afectada por una severa recesión, o la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Pesos pesados como Iberdrola, Santander, Telefónica o Ferrovial tienen entre sus principales mercados a brasileños y británicos. Tampoco ha dejado respiro a las cotizadas españolas el escenario de parálisis política y la permanencia de un Gobierno en funciones tras la celebración de dos elecciones generales (20 de diciembre y 26 de junio).

Uno de los sectores más expuestos a la ausencia de Ejecutivo es el constructor, muy dependiente de la obra pública, que ha vivido uno de los peores periodos de su historia. De hecho, los sucesivos cambios en la composición del Ibex 35 en los últimos meses han acabado con la expulsión del índice de tres históricas constructoras. Fueron despedidas del club Sacyr, OHL y FCC al no cumplir los requisitos de capitalización mínima -hay que tener un peso mínimo del 0,3% sobre la capitalización del conjunto del Ibex 35- y de liquidez, es decir, de rotación accionarial y actividad de compraventas de sus acciones en bolsa.

.

Los ecos de Lehman y 1994

Además del periodo actual, el Ibex 35 sólo ha registrado otros dos ciclos de cinco trimestres en números rojos. El primero fue durante otro periodo vinculado al mercado de deuda y los tipos de interés en EEUU. Fue la crisis de los bonos con la subida del precio del dinero de EEUU en 1994, que llevó a miles de fondos de renta fija a pérdidas y provocó una violenta crisis en países emergentes como México.

El segundo es sobradamente conocido porque las cicatrices psicológicas todavía no se han cerrado, como recordaba esa misma semana el gobernador de la Fed de Mineápolis, Neehl Kaskhari, que en 2008 protagonizó el rescate de la banca estadounidense como responsable del fondo que usó el Tesoro de EEUU.

Sus declaraciones se producen al hilo del aniversario de aquel cataclismo financiero, hace ahora seis años. El domingo 14 de septiembre de 2008 quebró el banco de inversión estadounidense Lehman Brothers y Merrill Lynch tuvo que ser rescatado por Bank of America, con la ayuda del Tesoro de EEUU y la protección de la Reserva Federal. Fue el estallido de Wall Street y la traca final de un gigantesco crash bursátil provocado por la ‘crisis subprime’. Pero éste había comenzado meses antes, en enero de 2008, explosionó la cartera de derivados de Société Generale (caso Kerviel).

En aquella racha bajista de otros cinco trimestres en rojo, el Ibex 35 se desplomó un 48%, de los 15.182 puntos del 31 de diciembre de 2007 hasta los 7.185 puntos de marzo de 2009. Por el camino quebraron miles de empresas, bancos e inversores, en tanto que la economía del mundo real sufrió como nunca desde la Gran Depresión de 1929: decenas de millones de personas perdieron su empleo, sus casas y el empobrecimiento afectó, especialmente, a las economías desarrolladas y endeudadas, como la española.

Noticias relacionadas