Lo importante no es como empieza, sino como acaba, vale, pero el inicio de 2016 es, cuanto menos, preocupante para los mercados. En el primer día de cotización de este año se han marcado algunos hitos para olvidar, por ejemplo, nunca antes la bolsa de China había arrancado un ejercicio con una caída del 7%.

La incertidumbre sobre la situación económica del gigante asiático provocó una estampida de inversores de las acciones del país. El dato que desencadenó el pánico fue el PMI manufacturero de Caixin, que cayó inesperadamente hasta 48,2 frente al 48,6 de noviembre y cuando el consenso de mercado recogido por Bloomberg esperaba un avance hasta 48,9. Datos que, en cualquier caso, seguirían en terreno contractivo, ya que por debajo de 50 puntos indica descenso del sector manufacturero.

El impacto de la incertidumbre en China se extendió por todo el mundo, desde Japón hasta Estados Unidos pasando por Europa. En el Viejo Continente, las bolsas han cerrado la sesión con descensos superiores al 2%. El Ibex perdió un 2,42%, hasta los 9.313,2 puntos, su peor sesión desde el día de la resaca electoral del 20D, cuando el índice se dejó un 3,6%. Sin embargo, pudo ser mucho peor. Durante la sesión, el selectivo español llegó a caer hasta los 9.267 puntos, su nivel más bajo desde diciembre de 2013. Sin embargo, en la segunda mitad de la sesión consiguió enmendar la situación y limitar las caídas.

La caída del Ibex se ha situado en línea con el resto de Europa. El EuroStoxx 50 de las mayores cotizadas de la eurozona se ha dejado un 3,3% en la sesión, el Cac francés un 2,7% y el Mib italiano, un 3,17%. Pero el más afectado de todos fue el Dax alemán, que se desplomó un 4,5%. Algunas de las mayores empresas germanas, en especial las de la industria exportadora, están muy expuestas a China, por lo que el impacto de la debilidad económica del país sobre las cotizaciones alemanas es mucho mayor.

Sin embargo, el descenso del Ibex es más llamativo ya que vuelve a los mínimos del año pasado después de un 2015 muy negativo para la bolsa española. El resto de plazas europeas vivió un buen ejercicio, por lo que el descenso de hoy no marca mínimos relevantes.

China Vs. Estados Unidos

El peso del temor al colapso chino se extendió hasta Wall Street. El descenso del Dow Jones del 2,2% en la apertura supone el peor arranque de año para el selectivo desde 1922. A esta hora todavía no se habían publicado todos los malos datos económicos del país, por lo que el efecto dominante era sólo uno: China.

Un par de horas después se conocía que el ISM manufacturero de diciembre se contrajo de forma inesperada hasta 48,2 puntos, el peor dato desde junio de 2009. Las empresas productoras del país están sufriendo por la fortaleza del dólar y la caída del precio del petróleo, que afecta a las empresas relacionadas con la producción energética. A esa misma hora se conoció que la inversión en construcción se contrajo en noviembre un 0,4% mensual mientras que el mercado esperaba un avance del 0,6%.

Pese a estos malos datos, el mercado europeo continuó con su rebote desde los mínimos del día y Wall Street se mantuvo plano. En otras palabras, los malos datos en EEUU apenas han tenido impacto en el mercado, mientras que los pobres datos de China sí han convulsionado al mundo entero.

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