El presidente de ACS, Florentino Pérez

El presidente de ACS, Florentino Pérez Gonzalo Arroyo Moreno Getty Images

Mercados Construcción

ACS paga en bolsa las acusaciones de manipulación contable del fondo Bodenholm Capital

Sus acciones cierran dos sesiones en negativo y la constructora anuncia demanda contra el fondo de alto riesgo

4 diciembre, 2015 17:47

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ACS ha cerrado una sesión en rojo. Y es la segunda consecutiva. Sus acciones acaban de dejarse un 3,59% en la jornada del viernes después de que el fondo de alto riesgo Bodenholm Capital acusara a la empresa de construcción de manipular sus estados financieros.

El gestor del fondo, Per Johansson aseguró el jueves, durante una conferencia en Londres, que la empresa presidida por Florentino Pérez ha llevado a cabo “irregularidades contables”, según señala la agencia Bloomberg.

Estas irregularidades, que la empresa niega, consistirían en un incremento artificial de su volumen de ingresos, así como una falta de cumplimiento de los deberes de gobierno corporativo.

Las acusaciones han tenido un efecto inmediato en el parqué. Si el jueves, ACS se dejó el 4,47% de su valor en bolsa, en las dos últimas jornadas de la semana, el valor de la acción se ha recortado en un 8%, hasta 28,31 euros.

Johansson afirma que la compañía española se enfrenta a una posible caída en bolsa del 40% porque tendría “un elevado pasivo oculto”, así como “signos que indican problemas en la ejecución de sus proyectos”.

Al cierre del tercer trimestre del año, la deuda de ACS se situaba en 3.380 millones de euros, tras recortarla en casi un 34% respecto al mismo periodo de 2014, en gran medida gracias a la salida a bolsa de su filial de renovables Saeta Yield.

¿La respuesta de ACS? Demanda

La empresa de construcción presidida por Florentino Pérez ha reaccionado a las acusaciones de Bodenholm Capital anunciando que está preparando una demanda contra el gestor del fondo de alto riesgo.

“Los servicios jurídicos del grupo están preparando una demanda contra el gestor por los daños producidos en la imagen de la compañía”, asegura la constructora. Y niega la mayor. La compañía afirma las acusaciones de irregularidades “carecen de base alguna”.

Las críticas, en opinión de la empresa española, se basan en una demanda laboral presentada por un antiguo ejecutivo de Cimic, la filial australiana de la compañía. Una demanda que, según ACS, "ha sido totalmente desestimada por el juez competente por carecer de todo fundamento". Además, indica, el ejecutivo que la presentó "fue despedido".