Hacía muchas semanas que no se juntaban todos los elementos necesarios para propiciar una gran subida en el Ibex, pero todo lo que asustaba a los inversores hasta el viernes, hoy se ha convertido en un motivo para la esperanza. La desaceleración de China ya no asusta tanto, la crisis de los emergentes parece menos con la Reserva Federal empeñada en retrasar su subida de tipos y la mejora de la calificación crediticia de España dibuja un país más creíble ante los inversores.

Todos los factores se retroalimentaron durante la sesión para disparar al Ibex un 3,83%, su segunda mayor subida del año, y sitúan al selectivo a un paso de los 10.000 puntos. En concreto, el índice cerró con en los 9.971,3 puntos después de que todos los valores del selectivo cerraran la sesión en verde. Abengoa se ha erigido como el mejor título del índice, con un repunte del 10,91%, hasta los 0,935 euros, seguido de ArcelorMittal (+8,1%), Acerinox (+7,89%), Sabadell (+7,87%) y Repsol (+6,88%).

El Ibex lideró las ganancias de las principales plazas europeas impulsado por la subida del rating de Standard & Poor’s del viernes. La agencia de calificación elevó la calificación crediticia de España hasta BBB+, a tres escalones ya del ‘bono basura’, lo que ha mejorado la reputación del país en los mercados.

Este cambio brusco en la dirección de las bolsas proyecta el mayor optimismo que vive actualmente el mercado. El 24 de septiembre el Ibex tocó mínimos que no se veían desde diciembre de 2013, en el entorno de los 9.500 puntos. Era la semana previa a las elecciones catalanas y el mercado cotizaba un escenario de gran incertidumbre en España. El resultado de las urnas agradó a los inversores y, desde entonces, el Ibex ha rebotado ya un 7,3%. Este avance ha permitido al selectivo volver a ponerse en positivo en el conjunto del año y encarar el cuarto trimestre del año con mejores expectativas.