Hace no mucho tiempo los espectadores de televisión estábamos obligados a esperar una semana para ver un capítulo de nuestra serie favorita. Unas emisiones que, además, estaban fragmentadas en tramos de media hora o una hora a lo sumo por las propias cadenas. 

Avancemos ahora hasta el 2019. Una era en la que los medios y las tecnológicas están cambiando ese calendario ya que la mayor parte de los usuarios de televisión utilizan algún servicio de streaming. No sólo eso, es que el consumo televisivo a través de este sistema hace que un usuario medio vea hasta cuatro horas del tirón, según un estudio de Deloitte.

Para entender bien lo que está ocurriendo, lo mejor es mirar a Netflix. 

Los maratones

A principios de siglo para ver una serie del tirón se necesitaban varias cintas de VHS o cajas de DVD. En aquel entonces encontrábamos grandes series que se emitían por televisión (fundamentalmente de pago) como Homeland The Wire, que tenían capítulos de una hora de duración con tramas muy complicadas y que necesitaban ser vistas de forma secuencial. 

Pero todos aquellos que han tenido ocasión de ver el Saturday Night Live un domingo, se dieron cuenta de que poco a poco los espectadores empezaban a perder el concepto de horario de emisión tradicional. 

En noviembre de 2010, Hulu, que debutó en 2008 como un canal de streaming de vídeos con publicidad, lanzó su servicio de suscripción. Entre su oferta estaba la emisión de temporadas completas de determinadas series o películas. 

Era el momento en el que las televisiones veían la cómo el consumo empezaba a caer, y la gente cambiaba sus hábitos. Un momento en el que Netflix empezaba a invertir en contenido original. 

Series originales

En el año 2011, llegó a un acuerdo para lanzar su primera serie original: House of Cards. Fueron 13 episodios de una primera temporada que se estrenó en febrero de 2013. En julio de ese año lanzó la primera temporada completa de Orange is the new black

Los espectadores se engancharon al nuevo modelo, y el cambio cultural se aceleró. Tanto es así que "maratón televisivo" quedó por delante de "selfie", como palabra del año según el diccionario Oxford. 

Netflix lideró este nuevo modelo de consumo y encargó también una encuesta para determinar cuánta gente apostaba por él y los motivos que les llevaban a engancharse. 

"Nuestros datos de visionado reflejan que la mayor parte de los usuarios prefiere tener una temporada completa de una serie para verlo a su ritmo", explica el que en aquel entonces era el responsable de contenidos de Netflix, Ted Sarandos. 

Vuelta al pasado

Algunos dicen que técnicamente la década termina dentro de un año, pero en el mundo de las series el final de 2019 será recordado como la conclusión de la segunda década del siglo XXI. Una nueva década empieza ahora, y es posible que en términos de consumo televisivo la tendencia iniciada por Netflix pueda revertirse. 

El servicio de streaming HBO Max de AT&T, que está a punto de ver la luz, se estrenará con un capítulo semanal de sus series originales. Disney +, de Walt Disney, también está poniendo encima de la mesa un capítulo a la semana de sus series. Quizá el máximo exponente de este canal sea The Mandalorian, inspirada en el universo 'Star Wars'. 

También Apple, que recientemente ha estrenado su servicio de streaming ha empezado publicando tres episodios simultáneos de sus series propias: The Morning Show See, algo que está haciendo con la mayor parte de sus producciones. A partir de ahí se dedica a emitir un capítulo a la semana. 

Las empresas de medios tienen la esperanza de que un calendario de emisión extendido en el tiempo sea capaz de generar nuevas experiencias, ayude a compartir los contenidos y atraiga nuevas audiencias. 

Exactamente como en los viejos tiempos.

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