El consejo de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) se enfrenta a un momento decisivo. A pocas semanas de fallar sobre el expediente abierto en febrero del año pasado por colusión publicitaria a Mediaset y Atresmedia, sigue dividido entre la posibilidad de llegar a un acuerdo amistoso con los dos canales o la imposición de una multa millonaria e “histórica” que acabe de raíz con el duopolio televisivo.

Según ha podido confirmar este periódico, las posturas no solo están divididas casi a partes iguales sino que además son antagónicas. Mientras el grupo que impulsó el expediente y que ha liderado las investigaciones pide una multa “ejemplarizadora” y en el rango alto de la horquilla, los que defienden el acuerdo proponen la puesta en marcha de un calendario pactado para que Mediaset y Atresmedia puedan adecuar su nueva política comercial a las exigencias del regulador.

El pliego de concreción de hechos elaborado por el equipo de la Sala de Competencia del regulador es claro y no deja lugar a dudas respecto de la vulneración que las dos cadenas han realizado reiteradamente a las reglas de Competencia españolas y comunitarias. En este pliego se confirman todas las investigaciones respecto a los acuerdos entre las dos cadenas para excluir al resto de televisiones del mercado publicitario. 

Estamos hablando de que Mediaset y Atresmedia exigen el cumplimiento de cuotas relativas de inversión publicitaria en sus respectivas televisiones y que, además, fuerzan la contratación conjunta de publicidad en sus distintos canales de televisión a través de la emisión en varias cadenas a la vez (simulcast) de la mayoría de las campañas publicitarias y de la vinculación de paquetes comerciales. 

"Multa ejemplarizadora"

Precisamente, frente a estas evidencias irrefutables, la parte del consejo exige una multa ejemplarizadora de varias decenas de millones de euros. Incluso exigen que en el fallo se deje muy claro que los dos grupos audiovisuales tengan que provisionar en sus cuentas la eventual multa y así asegurar el impacto de la sanción. Recordemos que hasta ahora ninguno de los dos grupos ha realizado provisión alguna atendiendo los consejos de sus asesores legales. 

No obstante, las fortísimas presiones que están viviendo en estos momentos los diez miembros del consejo de la CNMC de parte de Mediaset y Atresmedia han hecho que algunos consejeros más cercanos a la rama de la regulación piensen que la mejor solución es llegar a una salida amistosa para evitar un calvario judicial que se puede alargar al menos cuatro años en la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo.

Mediaset y Atresmedia se ha comprometido a terminar de inmediato con estas prácticas prohibidas si se acepta la vía pactada, por lo que estos consejeros consideran que, si se somete al duopolio de televisión a un estricto control durante los próximos años, se conseguirá el objetivo de equilibrar el mercado y quitar el elemento distorsionador introducido por las dos cadenas de televisión.

En este punto, el duopolio televisivo ha ofrecido al consejo un auditor para que haga el seguimiento de que las peticiones del regulador. Mediaset y Atresmedia han ofrecido a Ernst & Young como figura independiente, "una propuesta neutral" ya que sus cuentas no son auditadas por esta consultora. Atresmedia contrató a KPMG y Mediaset a Deloitte para revisar sus cuentas de 2018.

Argumentos contrarios al acuerdo

Con todo, fuentes jurídicas y legales consultadas por EL ESPAÑOL indican que este procedimiento no cumple ningún requisito legal para llegar a una terminación convencional. En primer lugar, este acuerdo está contemplado en en el reglamento de Competencia para empresas que incurran por primera vez en las faltas investigadas y no para incumplidores reiterados como Mediaset y Atresmedia. 

El historial de multas y apercibimientos es largo para las dos cadenas. Al menos una decena de expedientes entre los dos grupos que van desde el incumplimiento de los requisitos de la fusión entre Telecinco y Cuatro, hasta multas por emitir en pauta única y la emisión de determinados contenidos publicitarios prohibidos por la legislación. 

La segunda condición para un pacto de la CNMC con Mediaset y Atresmedia es que la situación investigada no haya causado un daño irreparable en los competidores. Algo que tampoco se cumple en este caso. Fruto de un mercado publicitario distorsionado por el duopolio han cerrado canales de televisión locales y autonómicos y otros tantos han tenido que reducir sus estructuras al mínimo.

Lo mismo ha pasado con las cadenas autonómicas, personadas en el caso, y que han visto reducir de manera alarmante sus ingresos publicitarios en el periodo investigado por Competencia. Intereconomía es otro de los personados, una cadena que por la escasez de recursos publicitarios fue expulsada de la TDT en abierto, otro daño irreparable. 

El fallo sigue abierto

Pese a todo, el fallo final podría caer de cualquiera de los dos lados, según coinciden en señalar las fuentes consultadas. Mientras, el duopolio sigue intentando convencer al resto del consejo de que el acuerdo pactado es la solución más beneficiosa para las partes. En este sentido, en Atresmedia no sentó bien la salida de tono de Paolo Vasile el pasado miércoles durante la junta de accionistas de Mediaset.

En ella, Vasile cargó duramente contra el regulador  acusándole de ser el "verdadero problema" del sector y de ser un "árbitro asimétrico" al culparle de realizar una fiscalización con excesiva vigilancia sobre la televisión tradicional frente a la escasa regulación frente a las nuevas plataformas como Netflix, HBO, Amazon o Youtube.

Esta soflama tiene dos lecturas: la primera es que Vasile ha actuado anticipándose a una multa que ve cercana y por eso ha atacado al regulador incluso antes de que haga oficial su fallo. Y la segunda es que, en el caso de que estuviese cercana una terminación convencional, le ha hecho a un flaco favor a sus intereses llenando de razones a quienes defienden la multa dentro del consejo de la CNMC. Las dos opciones están abiertas.  

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