Las sagas familiares amenazan con seguir dando titulares al panorama empresarial español. Con la batalla entre Dimas Gimeno y las hermanas Álvarez por el control de El Corte Inglés todavía sin resolver, otra lucha fratricida podría nublar el futuro de otra de las empresas emblemáticas del país: Planeta, el primer grupo editorial de habla hispana.

Después de la guerra por el control del grupo que se saldó con la salida de José Manuel Lara García -hijo de José Manuel Lara Bosch- como consejero delegado de la editora en febrero y, posteriormente, del consejo de administración de Atresmedia en marzo, un nuevo enfrentamiento complica el panorama de Planeta, ésta vez entre sus tías y el presidente José Creuheras.

El control de Planeta -y el patrimonio de la familia- está compartido en partes iguales por los hijos del fundador José Manuel Lara Hernández: José Manuel y Fernando, ya fallecidos, y sus hermanas Inés y Maribel Lara Bosch. Las hermanas tienen un 24% del capital cada una y los herederos de los hermanos suman otro 52% a partes iguales.

José Manuel Lara García-Píriz, primogénito del empresario y editor de Planeta José Manuel Lara Bosch. Efe

Pérdida de influencia significativa

Inés y Maribel Lara Bosch, que con sus participaciones accionariales apoyaron a Creuheras para expulsar a Lara García del control del grupo, han pedido cuentas a la dirección de la compañía por el hundimiento de Inversiones Hemisferio, la patrimonial de la familia que ha activado un plan de salvamento para evitar la suspensión de pagos y el posterior concurso de acreedores.   

Según ha podido confirmar EL ESPAÑOL, las tías de Lara García culpan a Creuheras de la crítica situación de la patrimonial. Para las hermanas Lara Bosch la crisis se ha precipitado precisamente por el plan de Creuheras para apartar a su sobrino de la gestión de grupo.

Con la salida de Lara García de Planeta, Inversiones Hemisferio dejó de tener influencia significativa en el grupo editorial. Esto significa que legalmente la editorial ya no estaba en condiciones de realizar un salvamento financiero de la patrimonial, el recurso utilizado hasta el momento para contener las fuertes pérdidas de la sociedad generadas por su ruinosa inversión en el Banco Sabadell.

El presidente de Planeta José Creuheras, la vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría y y el consejero delegado de Atresmedia, Silvio González. EFE

Lara García renuncia al Sabadell 

Si a esto le sumamos la renuncia de José Manuel Lara García al consejo del Banco Sabadell, Inversiones Hemisferio, que aglutina gran parte del patrimonio de la familia Lara y de Inés y Maribel Lara Bosch, se ha visto condenada a buscar soluciones de emergencia ya sin el sostén financiero que hasta el momento le había proporcionado el grupo Planeta.

Según ha confirmado este periódico, las hermanas Lara Bosch exigieron responsabilidades porque, a su juicio, Creuheras no había hecho lo suficiente para ayudarles, ante lo que el presidente de Planeta les contestó que su nueva -y comprometida- condición económica no les facultaba para pedir nada. Las fuentes consultadas indican que las relaciones no pasan por su mejor momento, lo que podría romper la alianza que aceleró la salida de Lara García.

Otras fuentes consultadas indican que el nivel de lealtad de las hermanas a Creuheras es extremadamente alto, pero que su actual situación financiera podría dar un giro en los acontecimientos en el pacto que constituyeron para mantener el control total de Planeta. Lara García, hijo del anterior presidente José Manuel Lara Bosch y heredero del imperio, no estaba de acuerdo con la marcha de la editorial y con la dirección de José Creuheras, histórico administrador de la fortuna de la familia.

Las hermanas Lara Bosch junto al fallecido José Manuel Lara Bosch.

Consejo de Hemisferio

No obstante, sus intentos por ganar terreno en Planeta fueron frenados por su destitución aprobada con la bendición de sus tías. De esta manera, si ellas retiran su apoyo a Creuheras su cargo como presidente del grupo podría verse seriamente comprometido. Fuentes consultadas por este periódico indican que todavía se está lejos de llegar a esta situación, pero consideran que si todo sigue empeorando en Hemisferio, las tornas podrían cambiar.

El primer match ball que debe salvar la familia Lara es el consejo de administración de Hemisferio que se desarrollará a finales de esta semana. En éste se analizará el plan para saldar sus cuentas con el Sabadell que pasa por dos decisiones: la venta de la sede de Planeta en Diagonal, valorada en 185 millones de euros según el registro catastral, y la dación en pago de sus acciones en el banco catalán.

No obstante, la operación no está del todo clara. El Sabadell ya ha puesto a la venta el inmueble por 200 millones de euros, aunque fuentes del sector inmobiliario dudan de la viabilidad de esta operación por su precio y por las regulaciones de Bruselas.

Deudas de Hemisferio

En el caso de las acciones, Hemisferio espera saldar 70 de los 270 millones de su deuda mediante esta operación, pero los altibajos en la acciones de la propia entidad hacen dudar de que se cubra el mínimo exigido en el momento del traspaso. Unos movimientos que, en todo caso, apuntan al desguace de la patrimonial con el consiguiente impacto financiero en la familia Lara.

Al cierre de 2016 -últimas cuentas presentadas al Registro Mercantil-, Inversiones Hemisferio presentó una deuda total de 688,7 millones (295,9 a corto plazo y 392,8 a largo plazo), aunque esta cifra habría crecido sobre los 700 millones al final de 2017.

Inversión en el Banco Sabadell

Una situación que ha generado que la sociedad haya entrado en fondo de maniobra negativo. Esto significa que, al cierre del 31 de diciembre de 2017, se encuentra en situación de desequilibrio financiero, lo que podría llevarla a suspensión de pagos -y eventualmente a un concurso de acreedores- si este equilibrio no se restablece en los próximos meses.

Esta deuda se ha generado casi exclusivamente por la inversión de Hemisferio en el Banco Sabadell. En 2007 los Lara afloraron el 5,1% del banco, donde llegó a ser el segundo inversor tras invertir unos 347 millones por el 3,1% de la entidad. En el sector financiero se calcula que la inversión total habría sido de unos 680 millones y 430 millones en pérdidas.

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