El Banco de España lleva semanas alertando de la delicada salud de las pensiones en España. El último aviso llegaba esta semana cuando el director general de Economía y Estadística del supervisor, Óscar Arce, explicaba que “hay un problema de naturaleza persistente y estructural entre ingresos y gastos”. Una situación que urge adoptar reformas para evitar la quiebra del sistema.

Más allá de los cambios estructurales, Arce reclamaba también que los bancos se pongan a trabajar para hacer más sencillo convertir la vivienda en un activo líquido. Máxime en un país en el que cerca del 80% de la población tiene una casa en propiedad. Así que considera que tendría todo el sentido que “el sector financiero desarrolle productos responsables y competitivos” que ayuden a transformar el ladrillo en dinero contante y sonante.

Una recomendación que no acaba de convencer ni al sector ni a los ciudadanos. Por hacernos una idea, en la VII Encuesta del Instituto BBVA de Pensiones se reflejaba cómo a más de la mitad de los ‘baby boomers’ (el 51%) no les convence la idea de tener que usar su casa para conseguir ingresos una vez que estén jubilados.

Entre aquellos a los que sí les parece interesante la posibilidad de utilizar su casa para lograr un dinero extra, el 35% es partidario de vender. Una cuarta parte es partidaria de hipotecarla como garantía de una renta vitalicia (la famosa hipoteca inversa por la que apuesta el Banco de España). El resto se divide entre quienes prefieren alquilarla o venderla a un precio más bajo pero quedándose en ella mientras viva sin pagar (la nudapropiedad).

Pero, ¿están los bancos preparando este tipo de productos? Pues la respuesta va por barrios, aunque en general todavía no hay nada concreto en ninguna entidad. En este momento las cosas están bastante paradas en las principales entidades españolas. Por ejemplo, desde Bankia explican que en un momento como el actual y con los tipos como están resulta muy complicado hacer un producto que pueda resultar atractivo.

Tampoco están preparando nada en otras entidades como Caixabank o BBVA. Más optimistas se muestran desde el Santander, en donde fuentes cercanas explican que está en estudio la posibilidad de poner en marcha algún producto de este tipo en los próximos meses. ¿Cuándo llegará? Es la gran incógnita. Lo mismo explican desde el Sabadell, en donde también tienen sobre la mesa lanzar productos que permitan hacer líquida la vivienda.

Otras fórmulas

Desde la entidad recuerdan que ya tienen el producto ‘Resirent’ en colaboración con Pensium, por el que se cede la propiedad de la vivienda para alquilarla. ¿Qué se recibe a cambio? El dinero necesario para pagar la residencia. Eso sí, con la garantía de que al fallecer el propietario sus herederos sí que podrán recuperar la titularidad de la misma.

Las dudas de los bancos se fundamentan en los tipos de interés, pero también en la evolución que puede tener el precio de la vivienda en los próximos años. No hay que olvidar tampoco el ‘riesgo reputacional’ que este tipo de productos pueden tener a medio o largo plazo.

No hay que olvidar que las ‘hipotecas inversas’ se pusieron de moda antes de la crisis. Sin embargo, cuando llegó la crisis muchas familias se encontraron con que heredaban una vivienda hipotecada y que, si no saldaban la deuda, el banco se quedaba con la casa de sus familiares. Algo que no ayudó a la reputación del sector.

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