La imputación de las antiguas cúpulas del Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por el caso Bankia ha sacudido la carrera profesional de los distintos responsables. El lunes dimitían los tres responsables de supervisión que todavía ocupaban un cargo en el Banco de España, Mariano Herrera García-Canturri, director general de Supervisión; Pedro Comín Rodríguez, director general adjunto de Supervisión y Pedro González, director del Departamento de Inspección IV. Pero sus salidas podrían no ser las únicas.

La imputación del exvicepresidente de la CNMV, Fernando Restoy, podría poner en peligro su puesto recién estrenado en el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), una institución supranacional que se conoce como el banco central de los bancos centrales. Restoy abandonó en enero su puesto de subgobernador del Banco de España para incorporarse al BIS como presidente del Instituto de Estabilidad Financiera y ya figura en el equipo directivo dentro en la página web del organismo.

Sin embargo, el código de conducta del BIS es estricto respecto a la actitud de sus responsables, por lo que su investigación en los tribunales (antigua figura de la imputación) podría comprometer su futuro dentro de la institución. El primer punto del código de conducta advierte claramente que los empleados tienen que “mantener los estándares de conducta más altos tanto dentro como fuera del Banco”. Unos estándares que podrían chocar con su imputación en España. Además, el código de conducta apercibe a los responsables que “no sólo tendrán que evitar la irregularidad real, sino también la apariencia de irregularidad”.

Este periódico se ha puesto en contacto con el Banco de Pagos, pero el organismo no ha querido hacer ningún comentario sobre la continuidad de Restoy al frente del Instituto de Estabilidad Financiera. El único pronunciamiento del BIS es que respaldan el comunicado de la CNMV publicado el lunes y en el que defiende que la operación del supervisor “fue correcta y se llevó a cabo con la debida profesionalidad y diligencia”.

El Banco de Pagos Internacionles no ha querido hacer ningún comentario sobre la continuidad de Restoy

El código de conducta del BIS fue actualizado en junio de 2015 y aparece firmado por otro español que también tuvo un papel destacado en el Banco de España, aunque en su caso como gobernador entre 2000 y 2006: Jaime Caruana. Su paso por el supervisor tampoco estuvo exento de polémica, ya que tras su salida de la institución, la asociación de inspectores del Banco de España remitió una carta al ministro de Economía, Pedro Solbes, en la que alertaba del crecimiento desproporcionado del crédito bancario al sector inmobiliario.

En esa misiva, los inspectores alertaban de que ya existían “motivos suficientes para la preocupación, especialmente si se tiene en cuenta el legado de los seis años de mandato del señor don Jaime Caruana”. Actualmente es superior de Restoy en el BIS ya que ocupa el puesto de director general, un mandato que termina en junio de este mismo año.

Supervisor de supervisores

La trayectoria de Restoy ha transcurrido en los puestos más altos de supervisión y es donde se mantiene. El pasado mes de julio anunció que dimitiría de su puesto de subgobernador del Banco de España sin agotar su mandato para incorporarse al BIS. En esos meses, la instrucción del caso Bankia estaba a punto de entrar en una nueva dimensión, ya que sólo dos meses después la Confederación Intersindical de Crédito (CIC), que actúa como acusación popular, conseguía sacar a la luz los correos del jefe de la Inspección del Banco de España en Bankia, José Antonio Casaus, los cuales, a la postre, han sido el detonante de la imputación de Restoy y el resto de responsables de la CNMV y del Banco de España.

Restoy se había incorporado al Banco de España como subgobernador en junio de 2012, aunque la imputación se produce por su anterior cargo como vicepresidente de la CNMV durante el proceso de salida de Bankia a bolsa en 2011. Es este hecho el que pone en peligro su cargo actual en el BIS, donde es el responsable de estimular los “mejores estándares y prácticas supervisoras” a nivel internacional, explicaba el Banco de España al realizar el anuncio. En otras palabras, Restoy dirige el Instituto encargado de ayudar a los bancos centrales del resto del mundo a mejorar la supervisión de sus entidades.

Restoy también fue presidente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), la entidad que gestionó las ayudas públicas a la banca y el rescate europeo. Ocupó este cargo entre 2012 y 2015, puesto que tuvo que ejercer al ser el subgobernador del Banco de España. Su cese como presidente del Frob también fue polémico, ya que se produjo después de que el Ministerio de Economía aprobase la Ley de Resolución Bancaria que obligaba a que el nuevo responsable tuviese poderes ejecutivos y, por tanto, fuese incompatible para Restoy. Su puesto lo ocupó Jaime Ponce, que todavía sigue siendo el presidente de la entidad.

El Frob también ha tenido un papel destacable en la imputación de Restoy y el resto de altos cargos del Banco de España y la CNMV, ya que decidió no presentar alegaciones a la solicitud de investigación del CIC. Lo hizo en un escrito remitido por el abogado del Estado que representa al Frob en el que defendía “la objetividad del proceso” y “asegurar el adecuado esclarecimiento de los hechos investigados y proteger los recursos públicos”.

Nada que decir

El actual gobernador del Banco de España, Luis María Linde, defendió el miércoles la actuación de la antigua cúpula del supervisor en la salida de Bankia a bolsa. Linde se refirió al comunicado de la Comisión Ejecutiva en el que mostró su “plena confianza” en que los altos cargos operaron en “defensa de la estabilidad financiera" y protegiendo "el interés general”.

Linde reconoció que el supervisor está elaborando un libro blanco sobre la crisis vivida entre 2008 y 2012, años en los que se produjo el rescate financiero. “El Banco de España considera que han pasado ya algunos años y que tenemos la perspectiva y los datos suficientes como para elaborar un libro blanco sobre la crisis y su tratamiento”.

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