Aunque las patronales presentes en la Mesa del Diálogo Social han dado el visto bueno a la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) a 950 euros, tanto CEOE como Cepyme han alertado del impacto que la medida puede tener en el sector agrario. De hecho, las organizaciones empresariales del campo no han tardado en dar la voz de alarma.

El presidente en Extremadura de la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja). Juan Metidieri, ha calificado de "mala noticia para el campo extremeño" la subida.

Bajo su punto de vista "va a condenar al cierre de las explotaciones" que requieren de más mano de obra para su funcionamiento, lo que también significará que se dejen de generar puestos de trabajo.

Impacto negativo e inasumible

¿El motivo? La patronal, en un comunicado publicado en su página web, ve "inasumible" para ninguna explotación dos subidas del SMI consecutivas que, en total, han permitido un alza salarial del 29%.

De hecho, Asaja avisa de que la medida va a dinamitar la negociación de los convenios colectivos que se está llevando a cabo en todas las zonas productoras.

Así, la subida que resulta de "todo punto inasumible para gran parte de las explotaciones agrícolas y ganaderas de nuestro país que arrastran una grave crisis de rentabilidad debido fundamentalmente a los bajos precios en origen y también los altos costes de producción, costes que, una vez más, se verán incrementados con esta decisión del Gobierno".

Cotizaciones

Asaja hace hincapié en el importante crecimiento encadenado de las cotizaciones a la Seguridad Social que conlleva la subida del SMI. "Las pymes agrarias no podrán asumir este nuevo incremento máxime cuando no pueden repercutir sobre los precios de los productos el aumento de costes (por la dura competencia existente con productos de terceros países….), algo que pone en riesgo no solo la rentabilidad de las explotaciones, sino incluso su propia supervivencia".

Las regiones más perjudicadas en el sector agrario son Andalucía, Extremadura, Canarias, Castilla-la Mancha, Región de Murcia, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Aragón y Cataluña.

Concretamente, afectará a unos 220.000 trabajadores agrarios que están en las bases mínimas y niveles retributivos más bajos, a los más jóvenes y a los menos cualificados.

Destrucción de empleo

La organización recuerda que, según los propios datos de la Seguridad Social, la subida del pasado año provocó una destrucción de 50.000 puestos de trabajo siendo el sector agrario el más afectado porque salieron del sistema especial agrario 33.400 trabajadores.

Una visión parecida se comparte en la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas Hortalizas, Flores y Plantas Vivas (Fepex). Aseguran que la medida aprobada por la Mesa del Diálogo Social impactará "negativamente" en la sostenibilidad social y económica de las explotaciones hortofrutícolas.

La organización alega la imposibilidad de trasladar este incremento a los precios de ventas y ante la fuerte competencia de países competidores extracomunitarios con costes laborales por hora que son hasta diez veces inferiores.

Costes adicionales

Estos exportadores aseguran que la última subida del SMI supuso un aumento de costes adicionales e incrementos salariales de entre un 7% y un 22% a sus empresas en todas las zonas de producción, por lo que el nuevo incremento agudizaría esta situación.

"La subida, que tendrá carácter retroactivo al 1 de enero, no ha tenido en cuenta la realidad de los sectores más afectados, como el hortofrutícola, en el que la mano de obra supone hasta el 45% de los costes de producción", ha añadido.

Por otro lado, el Círculo de Empresarios ha lamentado la subida del SMI. Así lo ha indicado John de Zulueta, su presidente, haciendo alusión a la economía sumergida, a los empleados del hogar, a los trabajadores agrícolas y a los jóvenes sin formación.

Para él, cuanto más suba el salario mínimo en España "menos oportunidad habrá para ellos". En este sentido, ha señalado que el aumento de lo salarios siempre debería estar ligado a la productividad, en lugar de "sacar una cifra del aire", aunque, por otra parte, sí ha admitido que los empresarios "siempre están a favor de aumentar los salarios".