Año nuevo, nuevo ministro de Sanidad. Salvador Illa ya es el nuevo responsable de la política sanitaria en España, una cartera que ha recibido de manos de su antecesora, María Luisa Carcedo, y ha afirmado que en su labor trabajará "de forma leal y coordinada con todas las comunidades autónomas".

Además, Illa ha considerado que "el derecho a la salud es clave en la vertebración del sistema de bienestar español". Sin embargo, no ha dado más pistas sobre cómo y cuál será su mandato al frente de las competencias sanitarias. "Voy a escuchar y resolver, que es a lo que vengo", ha dicho. ."Tengo una firme voluntad de servicio y de empezar de inmediato a tocar cuestiones pendientes" y ha recordado la figura del histórico ministro de Sanidad, Ernest Lluch, asesinado por ETA, con unas palabras en catalán.

De esta manera, Illa despejó escasos interrogantes sobre los planes que tiene para el sector sanitario. De hecho, personal del ministerio consultado por EL ESPAÑOL admite que desconocen cuáles son sus planes para su Gabinete. Se ignora qué secretario general de Sanidad (cargo clave en la andadura que ahora comienza, y más con un ministro con escasos conocimientos en gestión sanitaria) y directores generales permanecerán y cuáles serán sustituidos.

Nuevo ministro, ¿nuevo gabinete?

Normalmente un nuevo ministro se trae a su propio equipo, pero es cierto que la situación en el caso del Illa es distinta. Llega para cubrir la 'cuota' del PSC en el Gobierno, un partido que no tiene presencia en ningún Ejecutivo y que, por tanto, no podría traerse personal fiel procedente del ámbito de la gestión de la Administración Pública.

Eso sí ocurrió, por ejemplo, en el caso de Carmen Montón, que se trajo a Patricia Lacruz de Comunidad Valenciana para ocuparse de política farmacéutica, un fichaje que ha perseverado con el paso del tiempo. Queda ver si se mantiene con Illa.

Lo cierto es que el protagonismo de Illa ha sido escaso en el acto. Al final, ha tenido que compartirlo con la entrega de cartera a Pablo Iglesias y Alberto Garzón, ministro de Consumo, que han devorado la atención de los asistentes al Ministerio de Sanidad, que dará cobijo también a los ministerios morados.

Despedida de Carcedo

La despedida de Carcedo también ha hecho sombra al nombramiento de Illa (a quien, ante la prensa, el líder del PSC, Miquel Iceta, ha defendido como un gran gestor). Definida por los asistentes como una trabajadora incansable que siempre ha tenido tiempo y capacidad para atender las preocupaciones del sector, se ha despedido emocionada.

"La tarea de recuperar las prestaciones perdidas durante la crisis es enorme aún", ha indicado la asturiana, quien ha destacado, como logros del mandato socialista, la lucha contra las psedudoterapias, la financiación de nuevas terapias avanzadas, el refuerzo de las plantillas del Sistema Nacional de Salud (SNS) y el haber recuperado la universalidad.

De cara al futuro, ha destacado los necesarios desarrollos de la Ley de protección de la infancia contra la violencia y de la ley de la eutanasia. "Hay que culminarlas. Los niños y las niñas deben ser nuestra prioridad puesto que son el futuro de nuestro país. La vida es un viaje, no un destino. Adiós y hasta siempre y muchas gracias".

Noticias relacionadas