Su movimiento no es nuevo, pero Enagás está dando pasos cada vez más relevantes para aumentar su peso internacional. Una decisión que tomó ya en 2011, cuando comenzó a dar pasos en esta dirección, pero que se ha puesto en el foco tras los cambios en la regulación por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) mediante las nuevas circulares.

Este mismo martes, el gestor de la red gasista anunciaba la inversión de 750 millones de euros para reforzar su presencia en la estadounidense Tallgrass Energy, con lo que elevará su participación indirecta del 12,6% actual a aproximadamente el 30%. 

Con este movimiento, explicaba la compañía, Enagás refuerza su posicionamiento en Estados Unidos, "el mercado con mayores oportunidades de crecimiento del mundo para infraestructuras de midstream, y clave en la expansión internacional de la firma".

Pero no solo eso. La operación anunciada, junto con las que viene realizando desde hace meses, le permitirá amortiguar el impacto de los recortes de la CNMC. En concreto, el regulador que preside José María Marín Quemada acordó, en noviembre, situar su propuesta de recorte a la retribución a la actividad del transporte y la regasificación de gas natural en un total de 5.920 millones de euros para el periodo regulatorio 2021-2026.

A por el negocio internacional

La apuesta por la internacionalización comenzó hace cerca de ocho años con el objetivo de acometer inversiones en otros países y aumentar así los ingresos de la compañía, puesto que el papel de Enagás en España se centra en operación y mantenimiento.

Ahora, con los cambios en la regulación, esta pata del negocio cobra, si cabe, más relevancia. En este sentido, la operación de Tallgrass permitirá a la empresa que preside Antonio Llardén que el peso internacional aumente hasta cerca del 30% en el corto plazo.

Un peso que se situaba en el 20% a cierre de 2018 y que, según las líneas del plan estratégico de la empresa, desvelado el pasado marzo, podría aumentar hasta el 40% en 2023.

Con todo, la compañía no quita ojo al mercado español, donde conserva la mayoría del negocio y que, inmerso en la transición energética, puede traer oportunidades a través de la nueva filial EnaGasRenovable.

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