Las empresas extranjeras con inversiones en España no están tranquilas. Directivos de diferentes multinacionales que tienen su radio de acción en la distribución, la tecnología o las telecomunicaciones han manifestado a EL ESPAÑOL su preocupación por la deriva económica populista que podría tomar el futuro Gobierno de España con Podemos en algunos ministerios.

Estas fuentes creen que determinadas políticas que este gobierno bicolor podría poner en marcha -muchas de ellas anunciadas en campaña por Podemos- podrían impactar directamente en la estabilidad económica del país y, por tanto, en sus negocios. Estas empresas ya han transmitido esta preocupación al Gobierno en funciones en diferentes reuniones que se han producido a través de sus asociaciones y patronales y a través de algunos encuentros en privado.

En todos estos encuentros, miembros del Ejecutivo de Pedro Sánchez han tranquilizado a las multinacionales indicando que Podemos no variará el grueso de la política económica que busca el crecimiento del empleo, de la economía y de la mejora de los beneficios sociales en un marco de estabilidad presupuestaria.

No obstante, muchos de estos directivos creen que si la formación morada se hace con carteras claves en el futuro nuevo Ejecutivo -como Trabajo o Sanidad- podría lograr influencia en la planificación económica desde una Vicepresidencia Social, generando un desincentivo para la inversión extranjera si es que ponen en práctica sus prometidas políticas.

Promesas de Podemos

Estamos hablando de una eventual Reforma Laboral agresiva contra las empresas, de la subida generalizada de impuestos a las compañías, el aumento del gasto público y la nueva subida del salario mínimo. Un conjunto de medidas que -consideran- llegarían en el peor momento económico en medio de una ralentización económica mundial y europea que se agudizará en 2020.

En su programa electoral para las últimas elecciones Podemos además incluyó la posibilidad de intervenir el mercado de alquiler para bajar los precios, prometió un tipo mínimo del 15% en el Impuesto de Sociedades para las grandes empresas y un 18% para la banca. Habló también de la creación de un nuevo impuesto para las grandes fortunas, se comprometió a frenar las privatizaciones, a crear una empresa pública de Energía y a "nacionalizar" Bankia.

Entre estas empresas también surge la inquietud por el pacto firmado en noviembre entre PSOE y Podemos, un acuerdo de mínimos, pero muy ambiguo como la creación de empleo, la consolidación del crecimiento y el equilibrio presupuestario. Un decálogo de puntos en común que deja la puerta abierta a que las propuestas de Podemos se puedan hacer realidad.

De momento, el único antecedente son los Presupuestos Generales del Estado fallidos presentados por Pedro Sánchez a comienzos de año y acordados con Podemos. Un documento que, entre otras cosas, incluía un impuesto de 800 millones anuales a las transacciones financieras, el discutido impuesto de 1.200 millones a determinados servicios digitales y la subida del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que afectararía a los asalariados cuyos ingresos superasen los 130.000 euros anuales. No obstante, se desconoce si los nuevos presupuestos de un eventual gobierno de coalición trabajen sobre estos mismos temas.

Inversión extranjera directa

La inversión extranjera directa en España alcanzó en 2018 un récord histórico. En cifras brutas, la inversión sumó los 46.827 millones, un 71% más que en el ejercicio anterior. En el neto —la resta entre los flujos de entrada y de salida- se registraron 39.746 millones, un 153% más que el año anterior, según los datos del registro de inversiones del Ministerio de Industria publicados en marzo.

No obstante, con dos elecciones en menos de un año y con una importante incertidumbre sobre la política económica que depende de una formación de Gobierno que sigue sin estar atada, es probable que -dicen las fuentes consultadas- esta cifra se haya resentido.

¿Un Gobierno con Podemos podría ahuyentar a las empresas extranjeras? Las empresas consultadas indican que es pronto para tomar decisiones, pero recuerdan que sus inversiones están comprometidas en el largo plazo. No obstante, advierten que no estaríamos en el escenario óptimo para que se desarrollen sus negocios. 

Con todo, señalan que lo fundamental es que se forme un Gobierno cuanto antes y que está es la primera prioridad por encima del color político que tenga el futuro Ejecutivo, algo que ahora mismo depende de las negociaciones del PSOE con ERC. Unas negociaciones que las multinacionales presentes en España siguen con mucho más interés que el que declaran públicamente.

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