El conflicto laboral por el abuso de la contratación eventual en galletas Artiach se salda con la primera victoria del equipo de las trabajadoras. Amaia L. (prefiere no dar su nombre completo), una de las seis empleadas contratadas por una Empresa de Trabajo Temporal y que denunciaron a la compañía alimenticia en junio de este año, será readmitida por orden judicial.

El juez ha fallado a su favor y ha obligado a Artiach a reincorporarla a la plantilla cuanto antes y con un contrato indefinido en el que se deberá reconocer además su antigüedad en la empresa.

Amaia L. ha acumulado contratos temporales durante 17 años en Artiach, al igual que algunas de las compañeras que han denunciado a la empresa, entre las que se encuentra Ainhoa Marigorta, que acumuló a lo largo de los más de 16 años que trabajó para esta compañía 750 contratos. Amaia L. no tiene la cifra exacta de todos los que ha firmado a lo largo de su etapa laboral en Artiach, pero explica a EL ESPAÑOL que la cifra ronda los 800.

Su caso es muy similar al de Marigorta. La empresa la llamaba para trabajar de un día para otro y siempre con fecha de finalización de la relación laboral. Como necesitaba el trabajo, firmaba un contrato tras otro, alternando algunos diarios con otros de carácter semanal, mensual y sustituciones por bajas.

Aguantó esta inestabilidad hasta que el sindicato LAB conoció su situación y la de sus compañeras, a las que animó a denunciar a la empresa.

Artiach, entonces, tomó represalias e intentó despedirlas. El sindicato también tomó cartas en el asunto e intentó regularizar su situación, que las contratasen de forma indefinida.

Denuncia y represalias de Artiach

Ante la negativa de la empresa, el sindicato interpuso una denuncia en la Inspección de Trabajo acusando a Artiach de un uso abusivo de la contratación.

Con esto, llegó el 4 de junio de este año. Ese día, la Inspección de Trabajo envió un informe en el que se requería la reconversión de los contratos de siete trabajadoras en indefinidas ya que, como explican desde el sindicato “había varias prácticas fraudulentas”. Como respuesta, Artiach despidió a seis de ellas, solo hizo un contrato indefinido a una “y porque en ese momento estaba cubriendo una baja de un año”, explicó hace unas semanas Ainhoa Marigorta a este diario. Entonces, las seis trabajadoras denunciaron a la empresa.

Pasaron cuatro meses y medio hasta que el 22 de octubre de este año, día en el que se celebró el juicio, Amaia L. se vio las caras de nuevo con los representantes de la empresa, esta vez con un juez presente, que falló a su favor tras el juicio.

Ahora, tras conocerse la sentencia, respira aliviada, aunque reconoce que tiene miedo a que le hagan “la vida imposible” a su vuelta a Artiach. No tanto por el trato de sus compañeros sino por el de la dirección. Aun así, en caso de que eso pase, no piensa renunciar a las condiciones laborales que tantos años le llevó conseguir. Iría a los sindicatos y pondría su situación en su conocimiento otra vez. Amaia L. no se piensa rendir.

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