Una estelada en una imagen de archivo.

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Empresas CATALUÑA

Cataluña no preocupa a los inversores: cae el interés de los bonos patrióticos pese a las barricadas

La banca de inversión deja en segundo plano la crisis catalana, pese a la preocupación que mostró con el referédum ilegal.

23 octubre, 2019 03:02

Un lustro después del arranque del procés, con la consulta pública de 2014, el mercado se ha acostumbrado a convivir con la crisis catalana. En un contexto geopolítico marcado por la alta incertidumbre del 'Brexit' o el miedo a un recrudecimiento de la guerra comercial, las imágenes de calles ardiendo en Barcelona que han recorrido el planeta han afectado al turismo de la ciudad, pero no a los mercados financieros. 

La única interpretación que cabe de la reacción de los inversores, según los expertos consultados, es que la sentencia del Tribunal Supremo ha sido percibida como una señal de fortaleza del Estado español frente al desafío independentista, pese a las distintas lecturas internas que ha generado en España.

Tanto es así que los famosos 'bonos patrióticos' ofrecían ayer una rentabilidad a los inversores inferior a la que pagaban en la última Diada, cuando sí repuntó ese interés ligeramente.

La rentabilidad de un bono aumenta cuanto mayor es el riesgo de impago del papel que representa. En el caso catalán, esa deuda está calificada como 'bono basura' (o inversión especulativa) por las agencias de calificación crediticia y además, Cataluña sigue sin tener acceso a los mercados para emitir nueva deuda.

Así, solo el aval del Tesoro Público explica que esos bonos patrióticos se movieran ayer a unas rentabilidades del 1,96% para el que vence dentro de cinco años.

Se trata de un interés reducido -si se recuerdan los tipos exigidos en los años de la crisis-, pero superior al que ofrece el bono español con el mismo vencimiento (-0,21% en la jornada de ayer). Un interés negativo significa que el inversor pierde dinero en términos de rentabilidad a cambio de tener en su cartera un bono que cada vez vale más dinero (precio y rentabilidad funcionan de forma inversa en los mercados de deuda). Pero esta situación se ha convertido en normal en la Eurozona por los bajos tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE).

Tal y como señalaba este lunes en EL ESPAÑOL, el analista financiero Juan Ignacio Crespo, ni la Bolsa española, ni la prima de riesgo del Reino de España se han resentido de forma significativa como consecuencia de la escalada de violencia en Cataluña. Los inversores están mucho más preocupados por el resultado electoral del 10-N que por las imágenes ardiendo de Barcelona.

Tanto es así que bancos de inversión que acostumbran a introducir este tipo de crisis políticas con repercusión mediática en las notas que envían a sus clientes no habían emitido ninguna hasta este martes con comentarios sobre Cataluña.

Ni Goldman Sachs, ni Barclays, ni Credit Suisse, ni Julius Baer, entre un largo listado de bancos de inversión consultados por este periódico han comentado hasta ahora en un informe las consecuencias que puede tener para las inversiones de sus clientes en España el aumento de tono del desafío independentista tras conocer la sentencia que condena a algunos de sus líderes.

Preocupa más LaLiga

En el caso de la agencia Bloomberg, el artículo más relevante de estos días sobre Cataluña es el que recoge las potenciales consecuencias económicas para LaLiga de retrasar el clásico Madrid-Barça por temor a que se reproduzca una escalada violenta.

En términos empresariales, subrayaba Bloomberg, el retraso de este partido supone un escollo para La Liga en un momento en el que con apoyo de Facebook está intentando expandir su presencia en Asia.

Tanto es así que este Clásico iba a ser el primero en retransmitirse en una pantalla gigante en Bangladesh gracias a un acuerdo con la red social para reunir en un centro de convenciones a unos 5.000 espectadores.

El hecho de que el mercado centre más su atención en este evento que en otras repercusiones económicas que esta deriva tendrá en la economía española por el daño al PIB que está haciendo esta crisis política muestra que la independencia no es un escenario que se maneje en el mundo del dinero, algo que sí estaba presente entre las preocupaciones de bancos de inversión en 2017, cuando se celebró el referéndum ilegal.

Intereses muy bajos

El pasado 3 de septiembre, los rendimientos de deuda de España y Cataluña tocaron niveles mínimos. En el caso del bono español a cinco años, la rentabilidad bajó hasta el -0,35%, frente al -0,21% de este martes.

En ese marco, el bono catalán que vence en mayo de 2024 y fue emitido con un cupón del 5,9%, ofrecía una rentabilidad a los inversores del 1,71% en ese arranque de curso. Un interés que se encareció con la Diada hasta superar el 2% y que la sentencia ha rebajado hasta el 1,96%.

Así, mientras la deuda española comparable se ha encarecido en este tiempo 14 puntos básicos, la catalana lo ha hecho en 25 puntos básicos. Un repunte a vigilar, pero insignificante dadas las repercusiones que tendría para los mercados que el independentismo consumara su amenaza.