Su objetivo era hacerse oír, y consiguieron sentarse en algunos despachos del Congreso de los Diputados. Cientos de personas llegadas desde As Pontes (A Coruña) protestaron este miércoles frente a la Cámara Baja por el posible cierre de su central de carbón, propiedad de Endesa, apenas dos semanas después de que la eléctrica anunciara la paralización de la central.

Ataviados con chalecos fosforitos, con el lema Transición energética justa impreso en la espalda, los manifestantes desembarcaron en la capital. El Ayuntamiento de As Pontes había fletado más de 20 autobuses, a los que se subieron gran parte de los vecinos de la localidad, que cerró sus comercios para acudir a la protesta.

A ellos se sumaron los transportistas de carbón, afectados también, que acudieron con los camiones a Madrid, así como trabajadores de la otra central paralizada, la de Litoral (Almería), y empleados y representantes de las centrales de Andorra (Teruel) y Compostilla (León), que ya han anunciado su cierre.

Los comercios de As Pontes secundaron la huelga para viajar a Madrid. Concello de As Pontes

No obstante, la protesta no se quedó fuera del Congreso. Dentro, la corporación municipal de As Pontes, los representantes sindicales de la central de carbón, así como la asociación de empresarios y la de comerciantes de la localidad se reunieron con diputados de PP, PSOE, Ciudadanos y Unidas Podemos. Fueron más de tres horas de reuniones por separado con los diferentes grupos en las que la comarca gallega dejó claro su mensaje: la central tiene que seguir funcionando para que se asegure una transición justa.

Más de 1.000 empleos en juego

Por ello, explican fuentes de la corporación consultadas por este periódico, es necesario que los grupos presten su apoyo para la central, ahora paralizada, vuelva a operar. ¿Cómo? "Un mix de energía, con carbón y otras alternativas pueden ser la solución", cuentan estas fuentes, que asumen: "Sería una respuesta temporal", y mencionan la biomasa, por ejemplo. Desde la eléctrica, sin embargo, llevan varios meses haciendo pruebas con estos combustibles, sin éxito hasta ahora.

"Entendemos y apoyamos que el futuro es renovable pero de una forma ordenada que garantice los puestos de trabajo y la economía que durante más de 40 años es dependiente de la central". Según sus cálculos, cerca de 1.000 puestos de trabajo están en juego.

La protesta de As Pontes fue secundada también por trabajadores de la central de Litoral (Almería). Kiko Huesca EFE

Los grupos políticos, por su parte, se comprometieron a "buscar una solución conjunta". "Todos entienden y respaldan la situación, prioritariamente la de los transportistas, que llevan cinco meses sin cobrar", recuerdan fuentes del Ayuntamiento. 

Con un Gobierno en funciones, asumen los manifestantes que tomar decisiones se complica. "Se comprometen a ponerse en contacto para comunicarnos los avances, esperaremos a que eso se produzca. Pedimos una altura de miras suficiente para dejar a un lado diferencias ideológicas. Que trabajen y sumen".

El encierro en Endesa continúa

La protesta de As Pontes coincide en el tiempo con el encierro de los secretarios sindicales en la sede de la eléctrica, en Madrid, que se puso en marcha este martes en el marco de las negociaciones del nuevo convenio. Por eso, los líderes de los sindicatos en Endesa no pudieron acudir a la protesta frente al Congreso.

Así, según ha podido saber este periódico, los representantes sindicales, que instalaron tiendas de campaña en la sede de Endesa, pasaron también esta noche de miércoles en el interior, y su intención es seguir haciéndolo hasta que vuelvan a sentarse con la compañía y haya avances en las negociaciones.

Si no hay cambios, el próximo encuentro entre las partes está previsto para el próximo miércoles.

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