Vienen nubes negras para el sector de la distribución. Un informe de Moody’s advierte de que los cambios en los patrones de consumo, junto con la crisis económica que se avecina, van a producir una reducción de márgenes, menores ventas y van a obligar a las grandes cadenas a ajustar sus porfolios.

Sin embargo, no a todos los actores del retail les va a afectar por igual el escenario que pronostica Moody’s. De hecho, asegura que Aldi y Lidl seguirán abriendo tiendas. El motivo, según la agencia de calificación, es que si los salarios se estancan, los consumidores van a buscar los operadores que más les ofrecen por menos dinero.

Como ya contó este periódico, la apuesta de Aldi y Lidl por España es significativa. Ambas cadenas alemanas están en un periodo de expansión que se refleja en la apertura de tiendas y que Kantar asocia a que “en el mercado ibérico ven un gran recorrido por el peso del canal especialista”.

Pero la elección de Aldi y Lidl por parte de los consumidores va a pasar factura al sector de la distribución, que va a ver cómo sus ventas caen en valor, “por el menor precio por unidad de estos formatos y la necesidad de adaptarse que tienen el resto de retailers”, describe Moody’s en su informe.

Otro aspecto que destaca es el "envejecimiento" de la población y la "pobreza de los jóvenes", dos escenarios que la agencia considera que producirán cambios en la demanda. Así, el flujo de caja libre y la rentabilidad de los retailers tradicionales también se verán afectados por los cambios de tendencia y las perspectivas económicas negativas.

Si los clientes apuestan por las cadenas de hard-discount y el online sigue creciendo, el resto de operadores del sector van a tener que ajustar sus precios si quieren seguir compitiendo. La primera consecuencia va a ser la reducción de sus márgenes, un aspecto que empeora si se cumple otro de los pronósticos de la agencia de calificación y que hace referencia a que los consumidores cada vez van a comprar más en épocas de descuentos, como por ejemplo el Black Friday.

Rebajas permanentes

“Antes había dos periodos de rebajas principales, después de Navidad y después del verano, pero ahora hay una larga lista de eventos que incluyen el Black Friday, la Cyber Week, la vuelta al cole y las rebajas a media temporada. Los retailers online han liderado la creación de este tipo de eventos y los (comercios) tradicionales los han seguido para no perder cuota de mercado y sus márgenes se han erosionado como resultado”, apunta Moody’s.

En relación a los márgenes, Moody’s subraya que los de Aldi en Reino Unido se situaron en el 1,7% en el año pasado. Los de Marks & Spencer pasaron del 7,5% en 2016 al 5,8% en 2018.

Ante una previsible reducción de márgenes y en definitiva de facturación, la agencia de calificación explica que una de las medidas que están tomando los retailers tradicionales para aumentar sus ventas es aliarse con gigantes del comercio electrónico. Como ejemplos, la alianza de El Corte Inglés con Alibaba y de Morrison Supermarkets -la cuarta cadena de supermercados en Reino Unido - con Amazon. Sin embargo, pese a los esfuerzos online, la agencia de calificación espera crecimientos de un solo dígito para El Corte Inglés, Inditex y Tendam al cierre de este año.

Perspectivas para el sector

Moody’s espera que el 40% de los retailers que analizan obtengan peor beneficio este año que en los dos anteriores. En cuanto al Ebitda ajustado, la agencia cree que la media europea se situará en el 2,1% y que subirá hasta el 2,5% en 2020.

Por compañías estima un Ebitda inferior al 2% para Cortefiel, de entre el 2 y el 5% para El Corte Inglés y de entre el 5 y el 10% para Dia.

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