La noticia supuso un terremoto entre los trabajadores de las centrales de carbón de As Pontes (Galicia) y Litoral (Almería). Este viernes, Endesa anunciaba su intención de paralizarlas, acelerando así su cierre, pocos meses después de solicitar bajar la persiana de sus otras dos: Compostilla (León) y Andorra (Teruel).

Una decisión que no se esperaba hasta 2030 y que ha causado nerviosismo, por lo que la eléctrica se sentó este mismo lunes con los representantes de los trabajadores para valorar la situación, según ha podido saber este periódico. De momento, no obstante, sobre la mesa no hay fecha, ni siquiera decisión definitiva de cierre. Pero lo cierto es que todas las miradas se dirigen hacia esa opción.

A los sindicatos, de hecho, se les transmitió en las diferentes reuniones de este lunes que, si llega el momento de cierre, el personal realizará "formación en energías renovables", además de que desde la eléctrica que dirige José Bogas aseguran que existe el compromiso de recolocar a los trabajadores.

La apuesta 'verde'

Así, en la energía 'verde' es donde tienen la esperanza puesta todos los actores implicados. La propia compañía, en el anuncio del pasado viernes, señalaba que tenía previsto aumentar "de manera significativa" las inversiones destinadas a la construcción de nueva capacidad de generación renovable en su próximo plan estratégico, que será aprobado antes de finales de este año.

No obstante, se desconoce cuáles son las nuevas cifras, cómo se concretarían y, si llegado el momento del cierre, se pondrá en marcha algún plan como el de Compostilla, donde se está realizando un concurso de ideas sobre negocios que puedan instalarse en la zona.

"Endesa va a hacer planes para contribuir a mitigar el impacto que pueda tener la decisión de dejar de operar la central como planta de carbón. Estamos haciendo pruebas desde junio para probar biocombustibles: lo hemos hecho con lodos de depuradora, con biomasa forestal, y se están viendo otras opciones, pero lo que Endesa tiene claro es que el futuro va hacia las energías renovables y por eso vamos a acelerar los planes en ese capítulo en España y en la zona", explicaba este fin de semana la compañía en La Voz de Galicia.

Pese a esto, en la central de As Pontes se plantean convocar una huelga general en la localidad a mediados de octubre, aunque ya este martes camiones dedicados al transporte de carbón han organizado una caravana hacia La Coruña.

El ministerio de Ribera, descolocado

La decisión de paralizar las centrales, no obstante, no solo ha causado desconcierto entre los trabajadores. El anuncio ha dejado descolocado al Ministerio que preside Teresa Ribera, puesto que el hecho de que la compañía no clarifique hasta después de la campaña electoral ni sus inversiones ni qué va a hacer en la zona podría afectar al Gobierno, por el malestar que generaría un cierre en las localidades.

Este mismo miércoles, Endesa y el Ministerio para la Transición Ecológica mantendrán una reunión con los trabajadores y los agentes locales. Un encuentro que se desarrollará, según el Ministerio, para "conocer de primera mano la situación, valorar escenarios y estudiar los pasos a seguir".

Los jubilados, sin descuento de la luz

La reunión para tratar el tema de las centrales de carbón coincide en el tiempo con la eliminación  definitiva de la tarifa de empleado para los jubilados de Endesa, que se quedan sin este descuento a partir de este mismo martes, 1 de octubre.

En este día se retoman, además, las negociaciones entre la compañía y los sindicatos para seguir negociando el nuevo convenio, en el que este sueldo en especie de los extrabajadores de la eléctrica ha supuesto el principal escollo.

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