Las nuevas plataformas tecnológicas siguen comiendo terreno a los bancos tradicionales y las consultoras ya hacen sus primeras estimaciones económicas del impacto de esta guerra. El último informe de Accenture denominado Banking Pulse Survey: Two Ways To Win, indica que el sector podría perder hasta el 15% de sus ingresos, 256.000 millones de euros, en los próximos años como consecuencia del crecimiento de los pagos digitales y la gran competencia de entidades no bancarias.

Estamos hablando de gigantes tecnológicos como Amazon, Apple o Facebok, que en los últimos dos años han lanzado productos para prescindir de la banca tradicional. Amazon ha lanzado en España la posibilidad de pagar sin tarjeta bancaria y de solicitar créditos de hasta 3.000 euros, mientras que Apple ha lanzado Apple Card devolviendo el 3% de las compras en UberEats. Por su parte, Facebook ha lanzado su propia criptomoneda, situándose al margen del dinero tradicional.

Este informe indican que los ingresos globales por pagos se incrementarán a un ritmo del 5,5% anual, de los 1,37 billones de euros en 2019 a más de 1,83 billones en 2025. Solo los bancos que cambien sus modelos de negocio para adoptar las últimas tecnologías y se centren en ofrecer servicios de valor añadido conseguirán obtener parte de esos 450.000 millones de crecimiento en ingresos.

El estudio de Accenture se basa en un análisis del modelo ingresos-riesgo cuyo objetivo es medir las tendencias de pago de los consumidores y los cambios previstos en su comportamiento, tecnología y regulación. Este estudio se complementa con una encuesta a 240 ejecutivos de 22 países diferentes para determinar cómo se podría mitigar y aprovechar la disrupción en los pagos para aumentar la fidelidad, los ingresos y la rentabilidad del cliente.

"Riesgos sistémicos" en España

El informe explica que, durante los próximos seis años, los bancos se enfrentarán a una mayor presión en sus ingresos por transacciones y tasas, con los pagos gratuitos poniendo el 8% de los ingresos en riesgo. La competencia de entidades no financieras en pagos invisibles (donde los pagos se completan en una cartera virtual, dentro del teléfono o una aplicación) pondrán el 3,9% de los ingresos también en riesgo. Los pagos instantáneos (en los que el capital se transmite en tiempo real y con un pequeño o escaso interés para los bancos) podrían poner un 2,7% adicional también en riesgo.

Todo ello se suma a menores ingresos pertenecientes a transacciones con tarjeta y tasas; a una regulación que favorece la reducción de estas últimas; y a que la tecnología está desplazando el rol de los bancos en los pagos. Ya entre 2015 y 2018, los ingresos derivados de transacciones de crédito disminuyeron un 33%; los ingresos de transacciones de tarjetas de débito casi un 15%; y los de tarjeta de crédito prácticamente un 12%.

El estudio muestra que la industria financiera es consciente de los desafíos planteados por las nuevas tecnologías en los pagos. El 71% de los ejecutivos encuestados coinciden en que los pagos están pasando a ser gratuitos; el 73% afirma que los pagos son invisibles o lo serán en los próximos 12 meses; y finalmente, el 78% que los pagos son instantáneos o lo serán de aquí al próximo año.

En esta guerra contra los gigantes digitales, los bancos tradicionales advierten que todos los actores del mercado deberían tener las mismas regulaciones. Hace unas semanas el propio Banco de España advirtió de "riesgos sistémicos" si Facebook o Amazon entraban en el negocio bancario sin la adecuada regulación y supervisión.

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