La revisión a la baja de las expectativas de crecimiento de IAG para este año ha provocado el pánico en el sector empresarial, un nerviosismo que se ha trasladado al valor de las acciones del grupo en Bolsa. Pero eso no quiere decir que el grupo vaya a ganar menos que en 2018, sino que es menos de lo que habían estimado en un principio.

No obstante, de mantenerse las previsiones anunciadas este jueves, el 'holding' que engloba a Iberia, British Airways (BA), Vueling, Aer Lingus y LEVEL cerrará el año con un beneficio operativo de 3.270 millones de euros, eso es 40 millones más que los 3.230 millones con los que cerró el ejercicio de 2018. Y es que IAG había previsto anteriormente un beneficio operativo de 3.485 millones de euros.

Una cifra un 1,2% superior a la del año pasado, por lo que, después de las caídas del 51,7% en el beneficio operativo del primer trimestre y del 1,7% a cierre de junio, la empresa cerraría el ejercicio con un crecimiento positivo en las operaciones.

No obstante, la reducción de expectativas sobre el beneficio ha hecho que las acciones de la empresa cierren con una caída del 4,24% respecto a la jornada anterior, intercambiándose los títulos a 5,20 euros.

Estos números rojos se han mantenido durante todo el día. Al inicio de la sesión, las acciones del grupo cotizaban a 5,27 euros, un 2,9% menos que a cierre de la jornada anterior. Conforme pasaron los minutos, el valor de los títulos siguió a la baja, hasta anotar su punto más bajo a las 9:20 de la mañana, hora en la que alcanzó los 5,17 euros por acción. Eso es un 4,7% menos que a cierre del ejercicio anterior.

Desde ese momento, los títulos de IAG remontaron ligeramente su valor, aunque se han mantenido en el umbral de los 5,20 euros con los que cerró la jornada.

Todo ello en una semana en la que el grupo había aumentado su valor en bolsa un 1,88% por la quiebra de Thomas Cook.

500 millones en combustible

IAG ha explicado en el comunicado enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que esta revisión en las expectativas de crecimiento tiene su origen en las huelgas celebradas este mes de septiembre por los pilotos de British Airways, la amenaza de huelga de trabajadores del aeropuerto de Hearthrow para el tercer trimestre, los tipos de cambio y el precio de combustible.

Precisamente este último es uno de los factores que más ha afectado a la empresa a lo largo de todo el ejercicio, llevando a cerrar los dos primeros trimestres con unos beneficios más bajos que los del año anterior.

Y es que como ha publicado este diario a mediados de agosto, el aumento del precio del combustible costó a IAG 500 millones de euros entre enero y junio, de forma que la compra de carburante supuso un tercio del aumento de los gastos operativos del grupo que preside Antonio Vázquez. Este aumento de los costes fue de 1.500 millones de euros.

Sin embargo, cabe mencionar que estos datos podrían mejorar en el tercer trimestre ya que el precio del combustible estuvo por debajo de la media anual, que fue de 58,98 euros. Para empezar, el precio del combustible empezó el mes de julio en los 59,59 euros y cerró agosto en los 57,09 euros.

Huelgas y menos ventas

En cuanto a las huelgas, la empresa no ha informado del impacto que ha supuesto los paros convocados por los trabajadores de tierra del aeropuerto de El Prat en agosto y septiembre, que se saldó con la cancelación de 318 vuelos de Vueling entre todas las jornadas y 44 de Iberia en agosto.

Pero sí ha informado del impacto que han supuesto las de Reino Unido. La de pilotos de British Airways en septiembre, que llevó a la cancelación de 2.325 vuelos, costó a la empresa 137 millones de euros y las amenazas de los trabajadores del aeropuertos de Heathrow, 33 millones.

A ello cabe añadir las "recientes tendencias en las reservas" de sus aerolíneas de bajo coste, principalmente Vueling y LEVEL, que tendrán un impacto financiero negativo de 45 millones de euros.

En total, 215 millones de euros de impacto, justo la misma cuantía que la empresa ha rebajado en sus previsiones de crecimiento anual. Todavía falta conocer las cuentas del tercer trimestre para hacer una valoración más exhaustiva de cómo acabará. Aun así, de mantenerse esta estimación, la empresa no cerrará el ejercicio con un crecimiento negativo.

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