Atasco en las negociaciones. Endesa y sus sindicatos se encuentran enfangados en la que es la última semana en la que estará en vigor el descuento de la luz para los jubilados de la compañía si un acuerdo no lo evita antes. 

En este sentido, la tarifa de empleado es el principal escollo en la negociación del nuevo convenio entre empresa y representantes de los trabajadores, y queda poco tiempo para superarlo. Si esta semana no hay acuerdo, el próximo 1 de octubre los 26.000 jubilados de la eléctrica dejarán de tener este beneficio. 

Hasta ahora, empleados y extrabajadores pagan los impuestos y los peajes regulados de la factura, pero el consumo eléctrico, cerca del 40% de la misma, es gratis, como parte de su salario en especie.

Propuestas sin parecido

Y es que, a pesar de que las reuniones siguen sucediéndose, la última propuesta de los sindicatos no guarda ningún parecido con la de Endesa, por lo que llegar a un acuerdo en los próximos días parece complicado. En este sentido, el pasado 10 de septiembre los representantes de los trabajadores pusieron su oferta sobre la mesa: ordenar la tarifa de empleado estableciendo un consumo de 15.000 kWh al año para todos los trabajadores.

En dicha propuesta, a la que tuvo acceso este periódico, los representantes de los trabajadores abogan además por establecer la forma de compensar el consumo a partir de 15.000 kWh para quienes actualmente lo tienen por encima (los hay con 20.000 y 30.000 kWh) y mantener la condición tras la jubilación solo para los que la tengan por sus convenios de origen.

La respuesta, no obstante, no fue la esperada. El pasado jueves, la eléctrica que dirige José Bogas se mantuvo en sus trece. Según el documento al que ha tenido acceso este periódico, Endesa sigue buscando limitar el consumo a 3.500 KWh al año para los trabajadores actuales, lo que considera un consumo medio. Para los jubilados, marca también el límite de 3.500 kWh al año pero ofrece otros 2.000 kWh al 50% del precio que fije la Administración.

Protestas convocadas

En estas, y aunque esta martes volverán a verse las caras sindicatos y empresa, lo cierto es que no parece que ninguna de las partes esté dispuesta a ceder, por lo que el fin de estos beneficios para los jubilados podría ser inminente.

Los afectados, los extrabajadores de la compañía, no piensan quedarse de brazos cruzados. Tanto es así que también este martes, a las once de la mañana, se concentrarán delante de la sede para protestar por la marcha de las negociaciones.

"A pesar de este escenario que vuelve a distanciar las posiciones de ambas partes", explican los sindicatos, persistirán en su intento "de alcanzar, si es posible, el acuerdo necesario para afrontar con garantía y estabilidad el incierto futuro que se presenta en el sector", apuntan UGT, CCOO y SIE en un comunicado conjunto a los trabajadores.

Además, insisten, valorarán "adoptar las medidas de presión que consideremos necesarias para propiciar un cambio de actitud" de la empresa en la negociación del convenio.

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