Las compañías tecnológicas se caracterizan por tener una gran capacidad para reinventar la actividad principal de su negocio, gracias en parte al uso y análisis de datos y a su amplia experiencia digital. Estas empresas se distinguen porque su tecnología les permite moverse más rápido, con una mayor flexibilidad y alcance que sus competidores, posibilitando la innovación y una adaptación constante. El DESI 2019 (Índice de la Economía y la Sociedad Digitales elaborado por la Comisión Europea) destaca que España se encuentra en décima posición en cuanto a la integración de la tecnología digital por parte de las empresas, destacando sus buenos resultados en digitalización.

Este índice, que analiza entre otras cosas la conectividad de banda ancha, las competencias digitales, el uso de internet, la digitalización de las empresas o los servicios públicos digitales, sitúa a España por delante de países como Alemania, Francia o Italia, y establece la digitalización como una de las estrategias globales para la economía del país. Con el fin de entender cómo las empresas líderes digitales están conduciendo este cambio y guiando el camino para el resto de las compañías, analizamos las claves para operar como una empresa tech.

Actualmente, las empresas de casi la totalidad de los sectores de actividad -desde banca a gran consumo, retail, seguros o energía- acumulan datos con el fin de tomar decisiones óptimas, pero esto no las hace operar como una empresa tecnológica. Siguiendo el ejemplo de empresas de éxito como BMW o Ping An Insurance, McKinsey ofrece en su informe Las plataformas entran en juego: cómo operar como una compañía tech una serie de pautas para orientar a todo tipo de empresas a sacar el máximo partido a la tecnología y a aplicar best practices y metodología de los departamentos de IT de compañías líderes mundiales, que se organizan alrededor de un conjunto de ‘plataformas modulares’ dirigidas por equipos de producto. Cada plataforma consiste en un grupo lógico de actividades y tecnología asociada que cumple con un objetivo comercial específico y, por lo tanto, puede ejecutarse como un negocio.

Pasos hacia la digitalización

A continuación, destacamos los puntos necesarios para poder operar como una tecnológica a través de plataformas, un proceso en el que el liderazgo de las compañías es esencial para su éxito:

Antes de nada, las compañías deben evaluar el conjunto de las plataformas y hacer una selección provisional para ponerlas en práctica, con el fin de comprobar si encajan correctamente entre ellas.

Posteriormente, es necesario configurar los equipos de trabajo para poder gestionar dos o tres plataformas prioritarias seleccionadas inicialmente. El líder de cada plataforma debe actuar como un consejero que capitanea el proceso, estableciendo objetivos de transformación y mediando con los inconvenientes que puedan surgir.

Por último, los equipos deben saber utilizar las capacidades que pone a disposición cada plataforma para facilitar la interoperabilidad y la integración de otras plataformas, renovando y actualizando viejas aplicaciones. Además, tienen que instaurar o integrar el uso del análisis de datos en todas las actividades posibles.

Prueba y error: las plataformas muestran el camino

Estas plataformas se gestionan individualmente por equipos multifuncionales internos, pero su verdadero valor reside en cómo trabajan de forma colectiva –al convertirse en la columna vertebral de las funciones tecnológicas de la compañía-. Trabajan de manera ágil favoreciendo la innovación y proporcionando soluciones concretas para la empresa, tanto interna como externamente. Por ello, ayudan a las empresas a acelerar e innovar en todos sus procesos, ya que su actividad se basa en la experimentación y en la prueba y error, por lo que aprenden y progresan, facilitando la generación y comercialización de productos hasta 100 veces más rápido que sus competidores -contando no ya en meses, sino en semanas-.

En definitiva, la innovación no consiste en invertir grandes sumas en uno u otro campo; se trata de un proceso que se posibilita y construye gracias a un esfuerzo continuado en el empoderamiento de equipos multidisciplinares y la gestión del análisis de los datos con el fin de operar ágilmente con plataformas. Una inversión a largo plazo.

*** Luis Ferrándiz es socio de McKinsey & Company