Vodafone se ha convertido en uno de los protagonistas de las licitaciones públicas que han visto la luz en los últimos cuatro meses. Este martes se conoció que el grupo se adjudicó las comunicaciones móviles de la administración del Estado (CORA) por 10,3 millones de euros, lo que le abre la puerta de 85 organismos públicos y le permite entrar por primera vez en el sistema de compra centralizada de la Administración.

La operadora será el proveedor de la voz y los datos móviles del Estado durante los próximos 42 meses, con posibilidad de 18 meses adicionales de prórroga. En total, prestará servicios a 38.500 líneas públicas, suministrará 34.000 dispositivos y ofrecerá gestión integral de la movilidad corporativa.

Un contrato que se suma a otros concursos ganados en los últimos meses, entre los que se encuentran el Ministerio de Defensa, la Generalitat de Catalunya, el Gobierno Vasco, el Gobierno de Murcia, el Tribunal Constitucional, la Diputación de Barcelona o el Ayuntamiento de Madrid.

De la mano de los contratos públicos, Vodafone comienza a levantar el vuelo tras vivir una importante fuga de clientes en el último año. De hecho, en los datos de portabilidades de los últimos tres meses han coqueteado con las cifras en positivo, tras un semestre en negativo. Y todo en medio de una guerra del fútbol en la que han aguantado el tirón este verano a diferencia del año pasado en la que perdieron casi 100.000 líneas entre fijo y móvil.

Contratos en empresas

En los concursos ganados por Vodafone se reconoce que uno de sus puntos fuertes ha sido la posibilidad de incorporar móviles y red 5G a las administraciones públicas. De hecho, Vodafone será la primera operadora en dotar de esta tecnología a la Administración del Estado, en un primer momento sobre red 4G, pero en futuro (el contrato es hasta 2025) con cobertura 5G stand alone.

Vodafone lanzó el 5G en quince ciudades a mediados de junio, convirtiéndose en la primera operadora en desplegar esta red en España. Tres meses después sigue siendo la única compañía en comercializar esta tecnología, de momento con cinco terminales en el mercado. En el caso de las administraciones, la operadora no solo asegura red, sino que también terminales que suministra como intermediarios a estas administraciones.

Una ventaja -ser los únicos que de momento ofrecen 5G comercial- que les ha valido también ser los elegidos por muchas empresas españolas que en estos últimos meses han realizado cambio de terminales y que han preferido sumarse al 5G. Hasta ahora no hay cifras al respecto, pero en el sector sí que se ha notado un movimiento en este sentido.

Como ya ha publicado este periódico, en esta primera etapa comercial del 5G el objetivo de Vodafone se centra en el segmento de empresas, donde será más necesario el uso temprano de 5G que en el mercado residencial. Una situación que coincide con el crecimiento de la compañía en portabilidades en el último mes y nuevos contratos corporativos ganados como las líneas móviles de la Generalitat de Cataluña.

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