El que iba a ser consejero delegado del Santander, Andrea Orcel, pidió a la presidenta Ana Botín que "empoderase" su figura tras su llegada al grupo. Una petición que hizo días antes de que la entidad española anunciara que no estaba interesada en fichar al banquero italiano por su elevado coste. 

Según desvela el Financial Times, Orcel solicitó a través de mensajes en la aplicación Signal, que se instalara un sistema de mando "en cascada". De este modo, él reportaría de forma directa a la presidenta y el resto de los mandos le reportarían directamente a él. "Mi ejecución, pero tus decisiones", llega a decir en un momento dado. 

El italiano también destacaba que el Santander necesitaba "incrementar la disciplina y la eficiencia" en la ejecución de su actividad si quería incrementar el precio de sus acciones. El año pasado cayeron cerca de un 17%. 

Fue el 20 de diciembre del año pasado cuando Orcel envió estos mensajes a través de Signal a Ana Botín. Días más tarde, el 15 de enero, la entidad anunciaba que daba marcha atrás y que el elevado coste del fichaje del italiano hacía imposible su incorporación como consejero delegado de la entidad. 

Dentro de los motivos por los que el Santande decidió no fichar a Orcel como nuevo consejero delegado están sus prisas y constantes exigencias como las que ahora se conocen. De hecho, y como ha contado EL ESPAÑOL, sus motivaciones estrictamente económicas acabaron minando la confianza de Ana Botín y el consejo de administración del banco español. 

El caso se encuentra ahora a la espera de conocer si la demanda del banquero italiano contra el Santander es aceptada a trámite. Sin embargo, en la entidad se muestran tranquilos dado que consideran que en ningún momento hubo un contrato, tan sólo una oferta que no llegó a formalizarse. 

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