A perro flaco todo son pulgas. Si Ryanair todavía no se había recuperado en España de los últimos paros y huelgas de sus trabajadores, el anuncio del cierre de las bases canarias y en Girona no ha hecho más que empeorar las cosas.

Así las cosas, y con despidos de más de 500 personas sobre la mesa -entre pilotos y tripulantes de cabina-, los sindicatos españoles USO, SITCLPA y Sepla han convocado 10 días de huelga, que han empezaron este domingo y continúan hoy lunes. En estos dos días, se han cancelado 15 vuelos.

Pese a la protesta de los empleados, Ryanair parece estar lejos de dar marcha atrás, e incluso ha enviado un vídeo a sus trabajadores españoles advirtiéndoles que los paros solo sirven para empeorar -aún más- las cosas y que, como mucho, pueden hacer que se adelante el cierre de las bases que, insisten, es irrevocable.

Si quiere evitar el desastre, Carlos Ortiz, responsable de Ryanair en España y Portugal, tendrá que ser capaz de convencer a los sindicatos en las negociaciones y lograr una forma de entenderse con los empleados. Las huelgas no traerán nada bueno a la aerolínea irlandesa.

José Miguel García ha movido su primera ficha. Nombrado CEO de Euskaltel antes del verano, lanzó hace una semana su primer descuentazo con la teleco vasca. Fibra óptica, datos móviles y televisión por solo 20 euros, una oferta que supera incluso los precios más bajos de compañías como Digi. Con ello lanza su primer órdago para 'reventar' el mercado de la mano de una ofensiva comercial sin precedentes, en un sector que en el primer trimestre de este año ya redujo en un 0,7% sus ingresos.

Los síntomas de ralentización del sector telco son evidentes en un momento en el que se necesitan inversiones para el despliegue de las futuras redes 5G. Una nueva guerra comercial como la que dibuja García solo restaría valor en un fin de año en el que Movistar, Vodafone y Orange han bajado el pie del acelerador de sus promociones. Estas operadoras quieren cuidar sus márgenes y sus ingresos, mientras que la Euskaltel de García solo busca ganar clientes rápidamente para engordar y hacer más atractiva una futura venta de la compañía.

Zegona, accionista mayoritario de Euskaltel, puso a García como CEO para poner en marcha la “fórmula Jazztel”. José Miguel García alcanzó el éxito con Jazztel, precisamente gracias a sus agresivas políticas comerciales que llevó en 2014 a la compañía a ser la cuarta operadora con 1,5 millones de clientes de banda ancha y 1.000 millones de euros anuales de facturación. Luego vendieron a Orange por 3.400 millones, un gran negocio para los accionistas… y para García, pero no para el sector que tuvo que realizar grandes ajustes para mejorar sus ingresos y sus márgenes.