El pasado 8 de marzo, durante la presentación de resultados de Mutua Madrileña, Ignacio Garralda, presidente de la compañía, realizó un anunció que recibió tanta atención como el buen rendimiento de las cuentas de empresa. Kibo Ventures y Antai Venture Builder, los vehículos que Mutua utiliza para invertir en empresas de base tecnológica tenían orden de realizar un seguimiento especialmente intensivo a las start-ups centradas en el negocio de la movilidad.

Dicho y hecho. Entre el 10 de abril y el 25 de julio Mutua ha formalizado su entrada en la empresa de micro-movilidad Movo, en la plataforma de servicios de movilidad Chipi y en la empresa de alquiler de coches Centauro. Tres operaciones que, aunque algunas de ellas no se han concretado las cantidades, han supuesto el desembolso de cerca de 140 millones de euros, según indican desde el sector.

Tres movimientos que suponen cubrir los principales segmentos del actual negocio de la movilidad: los nuevos servicios, las plataformas y los servicios tradicionales.  

¿Qué ha provocado esta furia en Mutua por el sector de la movilidad? La respuesta la encontramos en la propia revolución que está sufriendo este negocio. Actualmente, en el segmento de no vida, las primas de seguros de auto representan 1.440 millones de los 4.816 totales de esta rama de actividad. Una cifra que representa casi el 30% de las primas del negocio de no vida.

La importancia de este negocio para Mutua choca con las previsiones para el futuro del sector. El cada vez menor uso del automóvil junto con la futura llegada de la automatización de procesos de conducción amenazan el negocio de los seguros de automóviles. 

El propio Garralda lo explicó durante la última presentación de resultados del grupo: "Nuestras proyecciones respecto a la venta de autos nos dicen que en ciudades como Madrid va a haber menos horas rodadas, menos uso del coche y menos siniestralidad. Seguramente si esto pasa tendremos que adecuar las tarifas a estos cambios".

Reducción del negocio asegurador de autos

El cambio anunciado por Garralda, irremediablemente, va a reducir las primas que los clientes de las aseguradoras pagan por sus seguros. Del mismo modo, a medida que la automatización se imponga, los seguros no se centrarán en los usuarios, que pasarán de ser conductores a pasajeros, para centrarse en las compañías dueñas de los vehículos y, sobre todo, su software.

Pero no todo son malas noticias para las aseguradoras con el cambio de ciclo en el sector de la movilidad. Estas compañías son dueñas de uno de los mayores tesoros que se puede tener hoy en día. Compañías como Mutua cuentan con ingentes cantidades de datos y, lo que es casi más importante, series históricas con datos reales que las colocan en una posición de privilegio en esta nueva época

La larga experiencia de Mutua en el negocio asegurador del automóvil es el principal pilar entorno al que se ha erigido su salto al otro lado del negocio de la movilidad. En el caso de Movo, Mutua encabezó una ronda de 20 millones de euros que no se limita a una participación financiera. La compañía se incorporan al consejo de administración de Movo junto a Seaya Ventures y Cabify.

Desde la empresa de micro-movilidad señalan que, tras esta ronda de financiación, "podrá consolidar su modelo de negocio y reforzar su crecimiento en nuevos mercados", ha explicado la compañía en un comunicado, que ha apuntado a sus soluciones de micro-movilidad mediante vehículos eléctricos.

En busca de más datos

Por su parte, la compra del 10% del capital de la sociedad matriz de Chipi está más conectada con el mundo de los datos. Este agregador geocaliza los medios de transporte más cercanos y permite comparar y elegir en tiempo real el servicio deseado en función del precio, disponibilidad o duración del trayecto.

La aplicación agrega ya la información de más de 110 proveedores en 15 ciudades. La app creada por Emilio Mellado, Javier Galve y Jorge Jurado, cuenta con más de 60.000 usuarios y se trata del único servicio de este tipo que ya tiene la localización de todos los coches compartidos de Car2Go, Emov, Zity y Wible.

Por último, ayer Mutua y Portobello Capital anunciaron que la aseguradora compraba el 80% de Centauro. En este caso sí se oficializó que el importe de la operación ha ascendido a 130 millones de euros.

La compañía considera que, con esta operación, da "un paso importante en uno de los proyectos clave de su Plan Estratégico 2018-2020: situar a Mutua Madrileña en una situación clave en el ámbito de la movilidad".

Según indicó la empresa en un comunicado "El sector del 'rent a car' es un negocio en continuo crecimiento que lleva 10 años seguidos al alza, gracias en gran parte a la positiva evolución del número de turistas que visitan España. El año pasado el sector registró una facturación de 1.700 millones de euros, y solo en los últimos tres años el crecimiento acumulado del negocio ha sido del 20%".

En definitiva, tras el toque de corneta de Garralda, Mutua se ha hecho con una posición estratégica desde la que crear una nueva vía de negocio que le puede dar grandes alegrías en el futuro. Además, le ayudará a compensar la mengua del negocio de los seguros de coche.

Unas operaciones que, todo parece indicar, no serán las últimas. Desde el sector indican que Mutua ha realizado multitud de contactos más en el ámbito de la movilidad. Habrá que ver si con estos movimientos la empresa ha quedado saciada o, por el contrario, aún cuenta con apetito para aumentar su presencia en el sector

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