La Cámara de Comercio de España considera necesario que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) abra una fase de "diálogo constructivo" con la Administración y las empresas del sector energético, con el objetivo de que "no se genere incertidumbre regulatoria" ante la actual propuesta de retribución para las actividades de distribución en el gas y la electricidad.

En un comunicado, la organización pone en énfasis "la necesidad de dar previsibilidad regulatoria a largo plazo para una actividad clave en la economía española, como es el sector energético".

Así, cree necesario "impulsar un espacio de diálogo y análisis", con el objetivo de estimular la seguridad inversora del país, atraer inversiones extranjeras e impulsar un sector clave para cumplir con la transición energética y la progresiva descarbonización de la economía.

Para la Cámara de España, la previsibilidad regulatoria es "especialmente importante para los miles de pequeñas y medianas empresas del sector gasista", ya que en caso contrario se desincentivaría la inversión por parte de las distribuidoras de gas y, como consecuencia, se ralentizaría la actividad económica, subraya.

El pasado 5 de julio la CNMC dio a conocer su propuesta de circulares, en las que plantea un recorte en el siguiente periodo regulatorio del 7% a la actividad de distribución de electricidad, del 8,2% a la de transporte de electricidad, del 17,8% a la distribución de gas, y del 21,8% a la de transporte de gas y regasificación.

El organismo presidido por José María Marín Quemada ha dado de plazo para presentar las alegaciones a la propuesta hasta el próximo 9 de agosto.

Madrileña Red de Gas

Por otro lado, Madrileña Red de Gas ha acusado a la CNMC de generar "parálisis" en el sector gasista con su propuesta de recorte a la retribución a las instalaciones de gas natural y ha pedido al regulador que reconsidere su propuesta.

En un comunicado, la compañía, que es el tercer mayor distribuidor de gas en España por número de puntos de suministro, con una cuota en torno al 11%, estima que si la propuesta llegara a implementarse en su totalidad supondría una caída en la retribución de al menos un 32% para el sector, "según los cálculos del regulador que aún no hemos podido verificar (e incluso mayor para algunas compañías)", añade.

Para la empresa presidida por Pedro Mielgo, la propuesta de la CNMC, que plantea recortes en el siguiente periodo regulatorio del 17,8% a la distribución de gas y del 21,8% a la de transporte de gas y regasificación, "cambia totalmente" el modelo de retribución y no trata de mejorar la calidad del servicio prestado por las empresas gasistas.

Así, advierte de que de llevarse a cabo las medidas propuestas por la CNMC se produciría la parálisis del sector del gas, con la consecuente suspensión de inversión futura en crecimiento del sistema y con repercusiones relevantes en términos de generación de empleo y desarrollo económico.

Un periodo de litigios legales

También señala que esta parálisis del sector llevaría a una "significativa destrucción de empleo", tanto en el sector del gas como en sus proveedores e instaladores, así como a "un largo periodo de complejos litigios legales, causados por una reducción en retribución imprevisible y sin precedentes en cuanto a su magnitud", además de a un incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero (CO2) y contaminación (NOx, partículas,..), al no sustituir el gas natural a otros combustibles más contaminantes como el carbón, gasóleo y GLP, "como viene haciendo estos años".

Por otra parte, considera que el plazo de información pública de las circulares de la CNMC, que expira el próximo 9 de agosto, "no es suficiente para debatir un modelo regulatorio completamente nuevo para el sector, con consecuencias tan relevantes para el sector energético y para el conjunto de la sociedad española".

Asimismo, rebate el argumento de la CNMC para justificar las necesidad de esta nueva regulación del alto precio del gas para el consumidor final y subraya que "no tiene proporción en comparación con el daño que infligirán a la viabilidad futura del sector".

A este respecto, Madrileña Red de Gas subraya que los costes de distribución de gas en España representan tan solo el 10% del coste total para los usuarios finales y que España tiene una de las retribuciones más bajas de Europa, con 175 euros por punto de suministro, frente a la media de la UE de 220 euros por punto de suministro.

De esta manera, estima que, si se aplicase la propuesta, la nueva retribución se vería recortada hasta los 119 euros por punto de suministro, un 45% inferior a la media europea.

Pospone su plan de inversiones

De esta manera, Madrileña Red de Gas señala que, a pesar de que está comprometida a continuar con sus esfuerzos para contribuir en la transición energética, "desafortunadamente la incertidumbre creada por la propuesta de la CNMC ha llevado a posponer su plan de inversiones hasta tener más claridad sobre las medidas".

La gasista asegura que remitirá en las siguientes semanas alegaciones a la propuesta de la CNMC "con la esperanza de poder definir un marco que permita servir a los clientes finales y a la sociedad, y conciliar todos los intereses por los que debe velar el regulador".

Recortes nada coherentes

Por otro lado, la Asociación Española del Gas (Sedigás) ha trasladado a la CNMC que su propuesta de recortes no es "coherente" y que el impacto que prevé en la factura "dista mucho de ser aplicable", por lo que ha pedido que la revisión regulatoria se base en "un proceso pausado, ordenado y de escucha activa".

La patronal gasista se ha reunido este lunes con la Sala de Regulación de la CNMC, presidida por la vicepresidenta del organismo regulador, María Fernández Pérez, y los cuatro consejeros que la componen.

Esta reunión se produce después de la que Sedigás ya mantuvo la pasada semana con el Ministerio para la Transición Ecológica para abordar la propuesta de circulares de la CNMC, en las que se plantea un recorte en el siguiente periodo del 17,8% a la distribución de gas y del 21,8% a la de transporte de gas y regasificación.

En un comunicado, Sedigás indicó que en este encuentro con el regulador ha trasladado "la falta de análisis de detalle" de las circulares, así como del "impacto y de las consecuencias económicas del recorte en retribución y transporte de gas".

El sector gasista ha señalado a la CNMC que el cambio regulatorio que se propone es "drástico y no continuista". "No hay evidencias en la propuesta metodológica que se mantenga para los futuros periodos regulatorios o que de nuevo se opte por otro cambio de rumbo. Esto provoca una absoluta falta de previsibilidad que complica la gestión de inversiones que tiene periodos de maduración, que superan con mucho el ámbito temporal de las circulares", añade.

Paralizarán el crecimiento

Asimismo, la asociación ha aprovechado para poner de relieve que estos recortes paralizarían el ritmo de crecimiento que venía experimentando el sector, "causando una disminución en la inversión".

Uno de los puntos abordados ha sido el procedimiento de elaboración de las circulares, cuya revisión regulatoria hubiese requerido, según Sedigás, de "un proceso pausado, ordenado y de escucha activa por parte de la CNMC para con los sectores implicados".

La patronal también ha lamentado la "poca o nula interacción" con los agentes involucrados, tanto antes como después de la publicación de los borradores; así como la urgencia de la tramitación para un proceso que se inicia dentro de dos años; y que "la escasez de plazos para recibir comentarios son difícilmente justificables".

De esta manera, subraya que el cambio retributivo "no previsible" también ha sido uno de los temas tratados, ya que el informe elaborado en 2017 por el regulador "no es justificativo ni de la falta de transparencia ni de la cuantía y justificación del recorte".E

El proceder "no es habitual"

Así, Sedigás considera que el proceder seguido esta vez por la CNMC no es habitual dentro del ejercicio de transparencia que realizan otros reguladores, ya que se debe medir los impactos de la regulación que dicta en función de los objetivos de la metodología de la regulación dictada, que serían la eficiencia de las empresas y la evolución de costes en el sistema.

A este respecto, el sector gasista estima que el impacto a las empresas gestoras de las infraestructuras de red de gas "no está adecuadamente valorado en las memorias económicas que acompañan a los borradores de circulares".

"Esta minusvaloración en el impacto en las empresas, distorsiona el diagnóstico de los efectos de la circulares en términos de empleo, inversión y crecimiento de la evolución de la demanda", añade.

Asimismo, y más allá del impacto sobre las empresas, Sedigás afirma que la metodología restringirá la demanda, limitará las alternativas de sustitución de los combustibles más contaminantes y podría llegar "a provocar que el gas sea desplazado por alternativas más contaminantes.

Por ello, denuncia la necesidad de iniciar el proceso de propuesta de circulares tras realizar una contabilidad regulatoria que justifique las valoraciones que se presenta en las propuestas de circulares.

En lo que se refiere al impacto en la factura del gas, tampoco comparte la opinión de la CNMC y cree que el recorte en retribución solo se podría llegar a traducir en recorte de coste para el consumidor en el caso de recuperación completa del déficit acumulado del sistema, algo que, con la situación actual, se prevé que sucedería en 2022, pero que corre peligro con el cambio regulatorio. "En el nuevo escenario, la tendencia de la demanda se revertirá, con lo que el déficit acumulado podría alargarse más allá del 2023", advierte.

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