101 días. Este es el tiempo que las empresas interesadas en participar en la liberalización ferroviaria van a tener para preparar sus propuestas. El próximo 22 de julio Adif celebrará un consejo extraordinario con un único punto del día: la aprobación de su declaración de red, el terreno de juego en el que los distintos participantes del nuevo mercado ferroviario tendrán que competir con Renfe.

Desde ese momento comenzará una cuenta atrás que terminará el 31 de octubre de 2019. Fecha límite que tendrán todos los interesados en transportar pasajeros por ferrocarril en España, incluida Renfe, para mandar a Adif sus propuestas operativas.

Desde mediados del pasado mes de abril, las oficinas de Adif han sido un hervidero. En los despachos del administrador ferroviario de infraestructuras se han escuchado acentos franceses, italianos e ingleses. El interés por participar en la liberalización ferroviaria española ha superado las expectativas más optimistas.

En paralelo, las reuniones para configurar consorcios que opten a competir con Renfe, también se han ido sucediendo. La presentación por parte de Adif de la declaración de red definitiva servirá para que estos acuerdos terminen de cerrarse. El objetivo en la mayoría de los casos es que el 31 de julio los repartos de poder y los participantes queden fijados para que así, después de agosto, todas las energías estén puestas en preparar la mejor propuesta posible para competir con Renfe.

Actualmente, tanto Acciona como los socios de Air Nostrum son el grupo que más claramente ha comunicado su intención en participar en este nuevo mercado a través de Ilsa. En este consorcio sólo queda por decidir si el socio industrial será la SNCF, la operadora pública francesa, o Trenitalia, homóloga italiana.

La configuración de este grupo marcará de forma profunda el resto de consorcios. La compañía francesa está totalmente decidida a entrar en el mercado español ya sea formando parte de este consorcio, con otros socios o en solitario. En el caso de la italiana, su intención es formar parte de un consorcio y parece estar siendo menos activa en contactos más allá de Ilsa, pero valora la entrada en España como una opción con un gran potencial de negocio.

Una oportunidad que también se está estudiando en los despachos de Italo, el operador privado italiano o Virgin, la compañía británica. Empresas que en ambos casos han manifestado su interés en comenzar a operar en el mercado español. En la parte local, Alsa, Globalvía, Talgo o Air Europa han sido las compañías que más activamente han participado en reuniones y que han mandado alegaciones a Adif para participar en la liberalización.

Un mercado con tres rivales

Adif ha preparado un modelo de liberalización que contará con tres participantes. El nuevo mercado se reparte en tres lotes. El primer paquete comprende un nivel de operación muy profundo, similar al de la actual Renfe. El segundo lote define un segundo operador que contaría con un 30% de la capacidad de la actual operadora ferroviaria. Por último, el tercer paquete estaría más identificado con un producto con un nivel de frecuencias más adecuadas para una oferta low cost.

Lo asignado en estos lotes representa un 70% de la capacidad total de las infraestructuras ferroviarias. Según el plan actual de Adif, el porcentaje restante se dedicará a acuerdos anuales que terminarán de perfilar la oferta ferroviaria española.

A la hora de elegir las empresas que se harán con cada uno de los paquetes, Adif ha recalcado que elegiría "al candidato que objetivamente solicite el mayor número de días los surcos propuestos, será el adjudicatario de la capacidad de un paquete"

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha dado su visto bueno a este modelo. El órgano de competencia ha validado el grueso del plan del administrador de infraestructuras ferroviarias aunque ha querido aumentar la presión sobre Renfe.

El informe de la CNMC señaló que la vigencia del lote destinado a Renfe debe limitarse a 5 años. "Ante las importantes similitudes que presenta la oferta actual de Renfe con el denominado 'paquete A' se debe reducir este acuerdo marco a 5 años renovables. Esta limitación del paquete facilitaría la adaptación de los servicios de Renfe a los cambios del mercado que se produzcan con la entrada de nuevos competidores".

Un periodo que acorta el modelo inicial presentado por Adif, que era de 10 años, y que ahora se reducirá a la mitad ya que el administrador ferroviario tiene previsto incluir esta recomendación en el modelo final.

Del mismo modo, la CNMC quiere asegurar que los nuevos participantes en este mercado van a contar con capacidad suficiente para mantener sus trenes. Un elemento clave para optimizar al máximo la utilización del material rodante y en el que Renfe Mantenimiento va a tener que jugar un papel crucial hasta que los nuevos participantes en este mercado tengan sus propias capacidades.

El consejo de Adif del próximo 22 de julio va a tener en cuenta las indicaciones de la CNMC lo que supondrá el pistoletazo de salida definitivo para la entrada de competencia en el transporte de pasajeros por ferrocarril en España.

Los abogados, asesores y consultores de las compañías que pretenden entrar en este mercado deben cargar las pilas al máximo durante el próximo mes de agosto. El próximo 31 de octubre se juegan el todo por el todo para entrar en un nuevo mercado que promete dar tantas grandes alegrías a las empresas que finalmente participen en él como a los futuros pasajeros que opten por el ferrocarril.

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