Renfe está experimentando una nueva mutación. Si en 2005 la compañía se configuró como operadora ferroviaria, 2019 está siendo el año en el que la empresa pública española terminará por transformarse en un operador integral de movilidad. Un objetivo que está marcado a fuego en el plan estratégico puesto en marcha por Isaías Táboas, presidente de Renfe, y Manel Villante, director de estrategia de la compañía.

El principal pilar sobre el que se construirá esta nueva Renfe va a ser su propia plataforma de movilidad. El proyecto, denominado RaaS (Renfe as a Service), verá la luz durante el próximo mes de octubre en su versión piloto. La diferencia respecto a otras plataformas de movilidad es que la iniciativa de Renfe va a permitir contratar servicios de terceros. 

En concreto, la compañía tiene acuerdos con Cabify, la plataforma de taxis FreeNow y los servicios de autobuses de Madrid y Barcelona. En el desarrollo del proyecto Renfe está contando con el apoyo de Iomob, startup que participa en su aceleradora Trenlab. Los usuarios podrán contratar en la plataforma de Renfe distintos servicios que permitirán configurar viajes con varios servicios contratados.

De esta manera, Renfe pretende superar sus fronteras tradicionales e ir más allá. Al igual que en el mundo hotelero plataformas como Booking han revolucionado la contratación de servicios, en el mundo de la movilidad se está disputando una gran batalla por crear una plataforma en la que los usuarios, con una sola compra, puedan cerrar el ciclo entero de su viaje.

La compañía quiere convertir su servicio en el referente de la movilidad urbana aprovechando tanto su actual base de clientes como la posición estratégica de las estaciones.

Los 507 millones de pasajeros transportados por Renfe durante 2018 convierten a la compañía ferroviaria española en la empresa con mayor volumen de viajeros en España. Del mismo modo, estaciones de Cercanías y larga distancia como Atocha, Chamartín o Sants se presentan como nodos de movilidad privilegiados para vertebrar la movilidad de las ciudades.

Del estación a estación al puerta a puerta

El objetivo con el lanzamiento de su plataforma de movilidad es controlar el ciclo completo del viaje. Ahora mismo, Renfe domina todo lo relacionado con la etapa del viaje entre estaciones. Con su plataforma, la empresa pública quiere ir un paso más allá y estar presente en el puerta a puerta del usuario.

La compañía pretende ofrecer la posibilidad a los usuarios de contratar en un solo billete diferentes servicios. Un caso de uso de esta experiencia podría incluir un taxi o un Cabify que traslade al usuario entre su casa y la estación de tren de Atocha. Un billete de tren que una Madrid con Barcelona. Una vez en la Ciudad Condal, los clientes podrían incluir en su billete un autobús que les acerque a su destino final. 

La ventaja de la plataforma de Renfe frente a otras propuestas similares se encuentra en el gran atractivo que tiene la operadora para generar negocio a las compañías de otros servicios. Ninguna otra iniciativa de este tipo puede ofrecer conectar servicios como el taxi o un Cabify con los más de 500 millones de usuarios que viajaron con Renfe durante el pasado año.

Este interés hace que, de cara a una siguiente etapa del servicio, Renfe ya esté manteniendo conversaciones con compañías de carsharing y motosharing para que también estén presentes en la plataforma. Algo para lo que lo que las primeras experiencias serán clave. Si Renfe consigue lanzar un servicio que cumpla con lo proyectado su nueva etapa como operador integral de movilidad, arrancará sacando muchos cuerpos de ventaja a su competencia. 

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