El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en una imagen de archivo.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en una imagen de archivo. Reuters

Empresas

La aceituna negra, la gran guerra de España contra Trump que no tiene visos de acabar

A punto de cumplirse un año desde que EEUU impusiera las medidas proteccionistas, el sector aceitunero trata de recomponerse del golpe.

6 julio, 2019 04:06

El 10 de julio de 2018, la Comisión Internacional de Comercio de Estados Unidos (ITC) confirmaba la validez de los aranceles que la Administración Trump quería imponer a la aceituna negra española, al considerar que esta era perjudicial para las empresas estadounidenses que comerciaban con la aceituna californiana. Unas semanas después, el 1 de agosto, entraban en vigor estas medidas proteccionistas, del 34,75%, dificultando enormemente la presencia del producto español en el mercado norteamericano.

Desde entonces, las cooperativas y los agricultores no han cesado en su empeño por conseguir que esta situación cambie, instando a la Unión Europea a que denunciara a Estados Unidos frente a la Organización Mundial del Comercio (OMC), como finalmente ha ocurrido. Ahora, esperan que el panel de investigación de la OMC trabaje rápida y eficazmente en la solución de este conflicto.

Antonio de Mora, secretario general de la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceituna de Mesa (Asemesa), asegura que su organización ha solicitado "sin éxito" a la UE que "establezca medidas excepcionales de ayuda" para compensar las pérdidas por el descenso de las exportaciones y los cinco millones de gastos en la defensa de esta causa, asumidos por las empresas de Asemesa.

Antonio Rodríguez, el responsable de aceituna de mesa de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), considera que la colaboración de la Comisión Europea pudo ser mayor. "Cuando ocurrió esto mismo con el aluminio, la Unión Europea fue más rápida", comenta. 

Por su parte, la estrategia de COAG ha incluido también la protección de su producto frente al importado desde países como Egipto o Marruecos, al solicitar la Indicación Geográfica Protegida para las variedades de aceituna manzanilla y gordal de la provincia de Sevilla. Aún falta la aprobación definitiva de la UE, que se encuentra "próxima a su concesión", según Rodríguez, pero la intención es hacer lo mismo con el resto de variedades españolas.

Las pérdidas que ha experimentado el sector son del 50%, dado que de las 330.000 toneladas de aceitunas que se han exportado de media en los últimos 5 años, el 21% tenía como destino el país norteamericano. En total, las cifras de pérdidas se elevan hasta los 35 millones de euros.

Algunas de las consecuencias de estas disminuciones han sido el "descenso de la producción de aceituna negra", dice de Mora. Otros han optado por el cambio de producto, pasando de cultivar "aceituna de mesa a producir aceituna para aceite de oliva", explica Rodríguez, aclarando que esta última tiene un proceso de producción "más mecanizado y más barato". Otra estrategia que han adoptado algunas de las empresas ha sido la de comprar algunas de sus homólogas estadounidenses, intentando salvar así el veto de Trump.

Un futuro poco esperanzador

El futuro del sector aceitunero en relación a los aranceles sigue apuntando a resultados negativos porque, como asegura Antonio de Mora, "se espera un descenso mayor este año". No ayuda a ser optimista la amenaza de la Administración Trump de imponer nuevos aranceles a otros productos europeos, principalmente al vino francés. "Yo creo que los aranceles a la aceituna se mantendrán, pero que no llegarán a afectar al resto de productos mediterráneos", expresa Rodríguez.

Ni siquiera el hecho de que el presidente de EEUU levantara el veto a Huawei y se muestre dispuesto a negociar el fin de la guerra comercial con China hace mirar con esperanza el porvenir de la aceituna de mesa. "Creemos que, en nuestro caso, el motivo fundamental es el intento del sector californiano de impedir la competencia de España, algo que han intentado muchas veces en el pasado. No se trata de una guerra comercial propiamente dicha", explica de Mora. 

Los aranceles de EEUU a la aceituna de mesa parece que continuarán, y las cooperativas y los propios agricultores se encomiendan a la OMC y a su comisión de investigación para conseguir resolver este conflicto.