Norman Sorensen (Codere) y Acacio Rodríguez (Duro Felguera).

Empresas A LOS LEONES

1 julio, 2019 01:58

Sorensen no consigue apaciguar los ánimos en una Codere que cada vez presenta resultados más inciertos

Norman Sorensen, presidente de Codere, no ha conseguido poner paz en el complejo universo de Codere. El enfrentamiento entre los Martínez Sampdre y su principal accionista, SilverPoint, ha terminado con la salida de los fundadores del consejo. Una decisión traumática para una empresa que tiene unas pérdidas de 9,4 millones de euros en 2018 y que necesita estabilidad para afrontar todos los retos que tiene por delante, con la digitalización a la cabeza. 

No se lo van a poner fácil los Martínez Sampedro que, a buen seguro, prepararán algún tipo de acción en defensa de sus intereses. Lo que ocurra con ese conflicto es clave, dado que el sector del juego asiste a una revolución tecnológica que Codere debe liderar. 

Sorensen debería tratar de buscar aliados entre los accionistas y no chivos expiatorios por el conflicto entre accionistas que se vive en el grupo y lograr que todos remen en la misma dirección. Una de las grandes del juego español no puede permitirse el lujo de estar bajo los focos en plena reinvención. 

Rodríguez no acaba de dar con la tecla para sacar a Duro Felguera del atolladero

Duro Felguera acaba de firmar la paz sindical y ha logrado que sus empleados acepten las condiciones establecidas para el traslado de las oficinas de Madrid a Gijón. Un desplazamiento de algo más de 250 personas que se verán obligadas a cambiar de residencia para permitir que la empresa gane en eficiencia. Sin embargo, no será suficiente. 

El gigante asturiano que lidera Acacio Rodríguez necesita de un plan industrial realista que le permita volver a recuperar el pulso del mercado y volver a ganar concursos de peso que le permitan sacar la cabeza a flote. Por el momento, no parece acabar de conseguirlo dado que dentro del sector hay quien dice que no se la ve presentarse a prácticamente ningún gran concurso. 

Para darse cuenta de que algo falla, basta con mirar los datos de ventas del primer trimestre del año: se redujeron en un 14,7%, hasta 83,4 millones de euros. La compañía acaba de cerrar una reducción de capital en 43,2 millones de euros para restaurar la situación patrimonial de Duro Felguera. Esperemos que se solvente pronto, pero cada vez parece más obvio que no lo va a tener nada fácil.