Orange deberá tomar una importante decisión para configurar su estrategia en la guerra del fútbol que comenzará en verano. La primera semana de julio Movistar lanzará su oferta mayorista, es decir los canales de producción propia que la CNMC les obliga a poner en el mercado para que todos sus competidores tengan un acceso equitativo a los contenidos del operador dominante.

Las informaciones recopiladas por este periódico indican que la nueva oferta de mayorista de Telefónica intentará mantener los canales de la temporada pasada con Movistar Liga de Campeones, Movistar F1, Movistar Series, Movistar Cine y Movistar Movistar Partidazo, al que se sumará Movistar Liga, el nuevo canal que emitirá ocho partidos de LaLiga, ahora gestionado por Telefónica en sustitución del Bein Liga de Mediapro.

Este nuevo reparto pone a Orange entre la espada y la pared. Si la operadora decide tener todo el fútbol al igual como lo hizo en la temporada pasada: LaLiga, El Partidazo -siempre un partido del Real Madrid o del FC Barcelona- además de la Champions League, deberá renunciar al paquete de Series de Movistar+ que actualmente es uno de los pilares de su oferta de contenidos bajo demanda. 

¿Fútbol o series? Las normas que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) puso a Telefónica tras la compra de Digital+ indican que sus competidores solo podrán adquirir como máximo la mitad de sus contenidos. En este caso, Orange y Vodafone solo podrían incorporar tres de los seis canales que ofrece Movistar.

El futuro de Movistar Series en Vodafone

De esta manera, tener los tres canales de fútbol implicaría dejar el canal de Series. En el mercado se cree que finalmente Orange optará por mantener su oferta de fútbol al igual que la temporada pasada y que no renovará el paquete de Series de Movistar, un mal menor considerando que cuentan con Netflix, que desde comienzos de año se integra en los paquetes convergentes (Love) de Orange.

Orange también tiene su propio paquete de Series en 4K con contenidos de otros proveedores y players como AMC o FOX. En el caso del canal Movistar Series no se encuentra incorporado en este paquete que cuesta 10 euros. Por el contrario, debe contratarse por separado y a un coste de cinco euros. 

Por otro lado, el hecho de que Movistar Series se haya sido incorporado a Movistar+ Lite, la nueva OTT de Telefónica para no clientes, también resta una ventaja competitiva este paquete en otras plataformas. Más aún considerando que todo el producto se comercializa por ocho euros y que además incluye los contenidos originales de Movistar+, sus canales lineales y un puñado de canales como  FOX, TNT, Comedy Central y AMC.

Pese a ello, otras fuentes consultadas por este periódico indican que Orange no tiene tan claro entrar al fútbol. Su discurso oficial es que si un competidor tiene fútbol, ellos también lo tendrán y este año Telefónica tendrá nuevamente todo el fútbol, lo que hace pensar que se mantendrá la estrategia para reforzarse de cara a la guerra del fútbol que se avecina a partir de agosto. 

El reparto de la factura del fútbol

Sin embargo, el elevado coste podría frenar la inversión. Durante la pasada temporada asumieron el 20% del coste de la Champions y El Partidazo y el 14% de los ocho partidos de Liga que todavía tenía Vodafone. Si sumamos los costes proporcionales de estos tres paquetes, a Orange le tocó pagar una factura de unos 211 millones de euros por todo el fútbol en la temporada 2018-2019.

Si Vodafone decide salirse definitivamente del fútbol, algo que han repetido en la operadora británica hasta la saciedad -si las condiciones de comercialización no cambian- la factura proporcional del fútbol se repartiría en menos manos y, por tanto, Orange pagaría más por los mismos contenidos aproximadamente unos 300 millones de euros al año, según calculan fuentes de mercado.

Con todo, decida lo que decida Orange, los movimientos de la operadora francesa serán claves para definir el futuro de la nueva guerra del fútbol que se espera para el verano. Si compra aliviará la factura de más de 1.000 millones de euros anuales de Telefónica y dará un un nuevo golpe competitivo a Vodafone.

Si no compra, dejará a Movistar con una mayor factura, pero con la exclusividad del fútbol, una importante ventaja competitiva que se podría convertir en un catalizador de sus paquetes convergentes y de nuevas altas para sus paquetes premium. En cualquier caso, todas las opciones siguen abiertas en este complejo tablero de ajedrez por los derechos audiovisuales y las ofertas de televisión de las telecos

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