Durante los últimos años, el brexit quitó el sueño a todas las empresas españolas con intereses en el Reino Unido, principalmente a las relacionadas con el turismo. Poco a poco todas ellas han ido adaptándose a la nueva situación y aunque la posible salida de Reino Unido de la Unión Europea sin acuerdo sigue latente, tres años después ya no le tienen tanto miedo.

Ni Iberia, ni Meliá ni Aena consideran que esto vaya a tener un impacto relevante en su actividad. Algunas han reconocido que el brexit fue uno de los factores que más les afectó en 2018. Pero todas afirman estar preparadas para lo que pueda venir. 

A Meliá, el brexit fue uno de los factores que más le afectó el año pasado, y que puede volver a hacerlo en el presente ejercicio. Sin embargo, su presidente, Gabriel Escarrer, aseguró el pasado martes en la Junta General de Accionistas 2019 que ya han "encajado la mayor parte de las consecuencias" y que el Reino Unido seguirá siendo un mercado clave en sus cuentas. 

Durante el primer trimestre del año, la hotelera mejoró un 1,3% el nivel de ocupación de los hoteles británicos, que cerraron el periodo en el 67,6%, y un 9,7% el RevPAR (Rentabilidad por habitación disponible) hasta los 110,9 euros, detalla el informe de resultados relativo al primer trimestre del ejercicio. 

NH, por su parte, también seguirá apostando por este mercado. A principios de este año, durante una rueda de prensa en Fitur, el consejero delegado de la hotelera, Ramón Aragonés, aseguró que no tiene miedo a lo que pueda pasar cuando terminen las negociaciones entre Londres y Bruselas y que volverá a apostar por este país con la apertura de un nuevo hotel de la marca Nhow en Londres.

Iberia y Aena están preparadas

Mientras las hoteleras reconocen que el brexit es uno de los factores que más les han afectado en 2018 y que puede hacerlo este año, Iberia y Aena restan importancia al asunto porque afirman estar preparadas para ello. 

En concreto, el gestor aeroportuario reconoció a principios de este año, en declaraciones a los periodistas tras la Junta de Accionistas 2019, que están preparados para lo que pueda venir. Su presidente, Maurici Lucena, afirmó en ese momento que “nadie es capaz de valorar los problemas” que pueden derivarse de una salida sin acuerdo, pero que la empresa ya ha comenzado a trabajar en las acciones que llevarán a cabo y están preparados para lo que pueda venir. 

Igual de preparados están en IAG. El grupo aeronáutico confía en que Reino Unido y la Unión Europea alcancen un amplio acuerdo en materia de transporte aéreo y está convencido de que sus planes se ajustan a la ley europea. 

La empresa que preside Antonio Vázquez es la española del sector turismo que más podría sufrir las consecuencias de un brexit sin acuerdo, aunque asegura que está preparada para ello. Y es que afirma que han enviado sus planes de actuación a las autoridades aéreas de España, Irlanda, Francia y Austria. Unos planes que, según ha adelantado Vázquez, “cumplen con la normativa aplicable sobre propiedad y control de la Unión Europea”.  

Una aerolínea española

Pese a que muchos cuestionaron su europeïdad y su nacionalidad, la empresa nunca dejó de repetir que es española. Una afirmación que Vázquez volvió a exponer el pasado jueves en la Junta General de Accionistas 2019. "IAG (y por lo tanto, Iberia) es una compañía española". 

Cabe recordar que el grupo IAG (que comprende las aerolíneas Aer Lingus, British Airways, Iberia y Vueling), está compuesto por un importante porcentaje de capital británico. 

Cuando se constituyó el holding, se prestó mucha atención al cumplimiento de la normativa comunitaria, que exige a las compañías que vuelan en el continente que la mitad de sus accionistas sean europeos. Sin embargo, con el brexit el porcentaje cambiará ya que el capital en manos de los británicos pasará a contabilizarse como no comunitario. 

IAG nunca ha desvelado qué porcentaje de sus accionistas serán o no europeos tras el brexit, pero varios analistas citados por el Financial Times estimaban que estos serán en torno al 20%. De esta forma, para mantener en vigor la licencia que les permite operar, el grupo deberá dividirse o comprar a sus accionistas no europeos hasta un 25% de los títulos que les hacen falta para mantener el derecho a volar en territorio europeo. Al final, la empresa optó por limitar al 47,5% el porcentaje de estos accionistas.

Aun así, se le sigue preguntando al grupo sobre su nacionalidad. Cuestiones sobre las que Vázquez ha declarado, rotundamente, que "la dueña de Iberia es IAG, una compañía española, y la participación de capital inglés, americano, asiático y europeo en IAG es muy similar al de muchas empresas del Ibex, incluyendo los bancos españoles". 

Finalmente, cuando se cumplen tres años del referéndum británico en el que ganó la salida de Reino Unido de la Unión Europea, las empresas españolas han dejado atrás su miedo para afrontar con buenas perspectivas un futuro que todavía es incierto, pero para el que afirman estar preparadas. 

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