Finalmente han sido 2.971 personas han solicitado abandonar Caixabank dentro del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ha puesto en marcha la entidad. Con esa cifra de trabajadores se cubren ampliamente las 2.023 salidas que está previsto que se produzcan antes de finales de año y que fueron acordadas con los sindicatos. 

Este martes terminaba el plazo voluntario para adscribirse al ERE, aunque los sindicatos explican que ahora será el momento de comprobar cuántos de todos los empleados que han pedido salir se ajustan a las condiciones exigidas. También tendrán que comprobar si se cumple el mapa territorial previsto, dado que en cada Comunidad habrá un número de salidas diferente. 

Hay tres colectivos establecidos dentro del ERE de Caixabank. A los empleados del colectivo A -con más de 54 años- se les abonará el 57% del salario regulador hasta los 63 años y la Seguridad Social. 

A los que tienen entre 52 y 53 años (colectivo B) se les pagará el mismo porcentaje de salario que al grupo anterior, aunque durante ocho anualidades. También se pagará el convenio especial con la Seguridad Social hasta los 63 años.  

El último colectivo, el C, que son los menores de 52 años que acepten renunciar voluntariamente a su trabajo, recibirán una indemnización de 45 días por año con un mínimo de 36 meses y un máximo de 42 meses. 

Caixabank quiere duplicar el número de sus oficinas Store, que van a ir sustituyendo a las sucursales tradicionales. Al concentrar a un mayor número de trabajadores en una sola agencia es posible que se necesite movilidad de empleados. 

Para fomentar la movilidad se primará la voluntariedad. Así, los empleados que tengan que desplazarse de 26 a 50 kilómetros percibirán 9.000 euros; de 51 a 75 kilómetros 18.0000 euros. En el caso de que los cambios tengan que ser forzosos las primas serán de 7.200 euros para el tramo más corto y 16.200 euros en el más amplio. 

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