Una de las medidas más polémicas del Gobierno de Manuela Carmena ha sido la implantación de Madrid Central. Una medida que ha tenido bastante protagonismo durante la campaña electoral y que algunas formaciones han asegurado que eliminarán si forman parte del Gobierno municipal.

Con Madrid Central, solo residentes, transporte público y personas con movilidad reducida, además de coches cero emisiones, pueden circular por el centro de la ciudad, unas circunstancias que, junto con una mayor concienciación en materia medioambiental, han consolidado al carsharing como una opción de movilidad sostenible en la capital española.

David Bartolomé, director de Desarrollo de Negocio para Share Now (Car2go) en el sur de Europa, señala que “el impacto a nivel cualitativo de Madrid Central en el carsharing es limitado”. Algo en lo que coincide Javier Martínez, CEO de Wible, que opina que el impacto “no está siendo muy significativo”.

Las empresas de sector apuntan, en declaraciones a este periódico, que en el caso de que el nuevo Gobierno municipal optase por eliminar Madrid Central, se plantearían “alternativas” ya que “el modelo de ciudad del futuro pasa ineludiblemente por la definición de zonas para los vehículos de bajas emisiones”, describe Carlos Blanco, responsable de marketing de Emov.

Bartolomé expresa que “si se elimina Madrid Central, no va a favorecer al carsharing, pero habrá que ver cómo se articula la estrategia de movilidad del nuevo Ayuntamiento”. El director de Desarrollo de Negocio de Share Now pone como ejemplo las ciudades de Estocolmo, Milán o Londres donde la circulación de los coches contaminantes también está limitada con “modelos diferentes a Madrid Central”.

Emov, por su parte, asegura que medidas como la de Carmena “seguirán fomentándose en el centro de las grandes ciudades”. Una estrategia que, según Carlos Blanco, “está siendo tendencia en grandes ciudades europeas”.

Dispuestos a dialogar

El carsharing tiene “ganas de trabajar” y desde Zity aseguran que estarán “atentos a todas las noticias al respecto y abiertos a dialogar con los equipos de gobierno y movilidad” que quieran conocer su experiencia. Wible también deja la puerta abierta a una nueva administración municipal y su CEO apunta que “todos los actores, públicos o privados, que propongan alternativas eficientes y de calidad son necesarios para la movilidad del futuro”.

“Todos los partidos han apoyado al carsharing de manera decidida”, sentencia David Bartolomé, que es optimista con respecto a las decisiones que tome el nuevo equipo de Gobierno “para promocionar nuevas formas de desplazarse.

En definitiva, las empresas no esperan una reversión total de Madrid Central, sino, quizá, una alternativa política que mantenga los objetivos de reducción de emisiones y de mejora de calidad del aire que persigue actualmente la restricción de algunos vehículos en el centro de Madrid. El carsharing es optimista con su futuro y espera seguir siendo, en palabras de Javier Martínez, “una solución que ayude a descongestionar el tráfico y generar una ciudad más sostenible.

Noticias relacionadas