El grupo alemán de ingeniería y energía Siemens obtuvo un beneficio neto atribuible de 2.823 millones de euros en el primer semestre de su año fiscal, lo que representa una caída del 31,8% en comparación con su resultado del mismo periodo del ejercicio precedente como consecuencia de los menores atípicos contabilizados, según indicó la multinacional.

En los seis primeros meses de su ejercicio, los pedidos recibidos ascendieron a 48.779 millones de euros, un 8,9% más que un año antes, mientras que los ingresos crecieron un 2,7%, hasta 41.052 millones de euros.

La facturación de Siemens aumentó un 4% en Europa, África y Oriente Próximo, hasta 21.264 millones, mientras que creció un 3% en América, hasta 11.088 millones, y retrocedió un 1% en Asia y Australia, hasta 8.700 millones.

En el segundo trimestre de su año fiscal, Siemens obtuvo un beneficio neto atribuible de 1.808 millones de euros, lo que supone un descenso interanual del 7,4%.

Por su parte, los ingresos de la compañía germana crecieron un 5,8%, hasta 23.607 millones, mientras que los pedidos recibidos alcanzaron los 20.936 millones, un 3,9% más.

"Cumplimos nuevamente nuestras promesas en el trimestre e incluso superamos las expectativas en muchas áreas", declaró el presidente y consejero delegado de Siemens, Joe Kaeser, destacando que la compañía entra "en una nueva era".

En este sentido, la alemana anunció que creará una nueva compañía que agrupará todas sus operaciones energéticas, incluida Siemens Gamesa, con el objetivo de sacarla a Bolsa en septiembre de 2020.

La decisión de escindir la compañía fue aprobada este martes por el consejo de supervisión, así como por los representantes de los trabajadores. "Es necesario y valiente llevar a cabo los cambios cuando la compañía está funcionando bien", aseguró el presidente del órgano supervisor de Siemens, Jim Hagemann

Así, la nueva compañía, que incluirá la totalidad de las operaciones de generación de energía, petroleras y gasistas de Siemens, tendrá "completa independencia" mediante un consejo de administración propio, a lo que se sumará su debut en los mercados bursátiles en septiembre de 2020.

La alemana transferirá el 59% que actualmente ostenta en Siemens Gamesa Renewable Energy a la nueva compañía, en la que renunciará a tener una participación mayoritaria. Pese a ello, se mantendrá como un accionista principal, con una participación "algo inferior" al 50%.

Asimismo, Siemens seguirá apoyando a su negocio energético escindido a través de su división de servicios financieros, mediante su equipo de ventas y licenciando la marca 'Siemens' para su uso.