Bruselas

Las tensiones comerciales entre Bruselas y Washington vuelven a dispararse. La Comisión Europea ha hecho pública este miércoles una lista de productos norteamericanos por valor de 20.000 millones de euros a los que pretende imponer aranceles punitivos como represalia por las subvenciones que la Casa Blanca de Donald Trump concede a Boeing, que la Organización Mundial del Comercio (OMC) ha declarado ilegales

La lista, que se somete ahora a consulta pública, incluye aviones y helicópteros, pero también productos que no tienen nada que ver con la disputa como tractores, consolas de videojuego, tabaco, cítricos, pescado congelado o un artículo tan icónicamente estadounidense como el kétchup. Los recargos arancelarios podrían llegar hasta el 100%, según han confirmado fuentes comunitarias. La decisión final sobre el volumen de las sanciones la debe adoptar la OMC, basándose en el daño causado por las subvenciones ilegales.

Estados Unidos y la Unión Europea llevan casi 15 años enzarzados en una guerra comercial a propósito de las ayudas públicas que los dos bloques dan a sus respectivos gigantes aeronáuticos, Boeing y Airbus. Trump anunció la semana pasada sus propias sanciones contra Bruselas por valor de 11.000 millones de dólares por las subvenciones a Airbus. La lista incluye artículos como naranjas, vino, aceita de oliva o quesos como el Roquefort, el Stilton o el Cheddar.

Bruselas pide diálogo

La comisaria de Comercio, la liberal sueca Cecilia Malmström, ha lanzado un llamamiento a Washington para encontrar una solución negociada que evite las sanciones para las dos partes. "Aunque debemos preparar represalias por si no hay otra salida, yo todavía creo que el diálogo es lo que debería prevalecer entre socios importantes como la UE y EEUU para poner fin a esta vieja disputa", ha dicho Malmström en un comunicado. "La UE está dispuesta a discutir con EEUU, siempre que se haga sin condiciones previas y busquen un resultado justo".

La escalada en la disputa a propósito de las subvenciones a Airbus y Boeing no es el único frente abierto en la guerra comercial entre Washington y Bruselas. Trump mantiene los aranceles al acero y el aluminio comunitarios y amenaza con nuevos recargos punitivos a los coches importados de la UE. En un intento de rebajar la tensión, la UE acaba de aprobar un mandato para negociar con Trump la reducción de los aranceles a los productos industriales, pero el Gobierno estadounidense quiere incluir en el acuerdo también a la agricultura, algo que rechaza Bruselas.

La última batalla se ha desencadenado por el anuncio de Washington de que permitirá demandar a las compañías europeas que hacen negocios en propiedades confiscadas por la revolución en Cuba, mediante la polémica ley Helms-Burton. La UE ya ha anunciado que contraatacará también en este caso, pero de momento no concreta cómo.

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