Todas las empresas cuya actividad depende, en mayor o menor medida, del Reino Unido siguen de cerca las negociaciones del brexit. Aena es una de ellas. El gestor aeroportuario está pendiente de cómo avanza este proceso y aunque el escenario es todavía incierto y nadie es capaz de valorar los problemas que pueden derivarse de una salida sin acuerdo, desde la empresa afirman estar preparados para lo que pueda venir. Eso sí, son prudentes en lo que a previsiones de crecimiento se refiere, ya que no contemplan revisarlas.

La compañía empezó el año con buen pie, aumentando el tráfico un 5,9% hasta los 52,8 millones de pasajeros, una cifra de la que un importante porcentaje procede de Reino Unido. Según el INE, en enero visitaron España 807.347 turistas británicos y 883.757 en febrero. Cerca de 1,7 millones de turistas en dos meses que situaron al Reino Unido, una vez más, a la cabeza de mercados emisores, al igual que en el año anterior. 

Para España, y por consiguiente todos los actores turísticos, el Reino Unido fue en 2018 el principal mercado emisor de turistas. Lo fue para el conjunto del sector en general y también para Aena, que cerró el año con 18,5 millones de pasajeros británicos, según ha contabilizado la empresa. Una cifra que se redujo un 3% respecto a 2017 pero que no ha impactado en su resultado anual, por lo que mantiene su optimismo de cara a los próximos ejercicios económicos. 

Muestra de ello es que Aena ya ha realizado todas las actuaciones necesarias para mitigar la repercusión que un brexit duro podría provocar en los aeropuertos que gestiona. Y es que, como ha afirmado el presidente de la empresa, Maurici Lucena, en un encuentro con periodistas al terminar la Junta General de Accionistas, “nadie es capaz de valorar los problemas” que puede provocar este proceso. De esta forma, ya han comenzado a trabajar en las acciones que llevarán a cabo para que este mercado mantenga la senda del crecimiento registrada en los primeros meses del año. 

En coordinación con los Ministerios de Hacienda e Interior, Aena tratará de “perfilar los flujos nuevos de circulación desde el punto de vista aduanero y de control de fronteras que se generarían con el brexit”, ha manifestado Lucena. Uno de ellos es que, a pesar de que con el brexit los británicos pasarán a ser considerados ciudadanos de terceros países, no les cobrarán las tarifas que se aplican a este tipo de turistas. 

Plan de expansión

Y aunque se dé el peor de los escenarios, Aena tiene el viento a su favor para pilotar la empresa hacia un futuro prometedor gracias al buen comportamiento que se espera en el sector. Según ha argumentado Lucena, el tráfico aéreo se duplicará en los próximos 20 años, un pronóstico que llega en el mejor momento para Aena, cuando su expansión internacional “ha comenzado a ser una realidad”. 

Esta es una de las nueve líneas incluidas en el Plan Estratégico 2018-2021 de la compañía y que ya ha puesto en marcha. En marzo Aena ganó la que para Lucena ha sido “la operación internacional de mayor envergadura” de la historia de la empresa. Se trata de la concesión del grupo aeroportuario del Nordeste de Brasil para los próximos 30 años, una operación cuyo valor ascendió a los 430 millones de euros. Este grupo está formado por seis aeropuertos que en 2018 registraron el 6,5% del tráfico total brasileño y por primera vez la compañía controlará el 100% de unos aeropuertos fuera de España. 

Esta concesión, unida al control de la operación y administración que tendrá del aeropuerto internacional de Kingston (Jamaica), en el que participará a través del Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP), y en otros aeropuertos de Reino Unido, México y Colombia, suman un total de 23 aeropuertos que Aena gestionará fuera de España. 

Precisamente, uno de esos aeropuertos es uno de los que más alegrías está dando a la empresa. Se trata del aeropuerto británico de Luton, que registró en 2018 un tráfico de 16,6 millones de pasajeros, un 5% más que el año anterior. Asimismo, se ha consolidado el quinto aeropuerto por volumen de tráfico de Reino Unido y se ha situado por encima de muchos aeropuertos españoles gestionados por esta empresa, como el de Alicante-Elche (casi 14 millones), Gran Canaria (13,5 millones) y Tenerife Sur (más de 11 millones de pasajeros en 2018). 

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