Varios trabajadores de Ryanair durante una huelga en Barajas.

Varios trabajadores de Ryanair durante una huelga en Barajas. Victor Larena EFE

Empresas Líneas Aéreas

Ryanair es la aerolínea que más CO2 emite pero otras, como Vueling, le comen terreno deprisa

La marca 'low cost' de Iberia dispara sus emisiones un 8,6% en 2018, frente al 6,9% de crecimiento de la irlandesa.

3 abril, 2019 18:25

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Ryanair es la línea aérea europea que más gases con efecto invernadero emite a la atmósfera, hasta el punto de que se ha colado en el ránking de las diez empresas que más contaminan. Una clasificación que, salvo por la compañía irlandesa, está formada por centrales térmicas y por empresas de siderurgia.

Esto se debe a su enorme tamaño y a los 130 millones de pasajeros que transporta. Aunque asegura que es muy eficiente, si ha entrado en esta clasificación porque ha crecido mucho en su volumen de emisiones.

La industria de la aviación sólo supone el 4% de las emisiones en Europa, frente a la industria, que supone el 40%, pero las empresas que la conforman son muy contaminantes.

De hecho, ocho compañías aéreas aumentaron más deprisa que Ryanair sus emisiones en el último año: las compañías de bajo coste Jet2, Wizz Air, EasyJet, Vueling y Norwegian y las compañías de bandera TAP, Finnair y Lufthansa, crecieron más deprisa que Ryanair, aunque aún se encuentran a mucha distancia en el total de megatoneladas emitidas a la atmósfera.

La Federación Europea de Transporte y Medioambiente (T&E) insiste en que el ránking de aerolíneas contaminantes demuestra que "las emisiones de la aviación suponen un problema para el sector de aerolíneas", y lamentan que los gobiernos hayan permitido que sigan pagando menos impuestos y estén expuestas a menos regulación que otros métodos de transporte.

Asimismo, subraya que las emisiones de vuelos europeos suponen sólo un 40% del problema, y que el 60% restante procede de destinos de fuera de Europa que están totalmente desregulados. La Agencia de Seguridad Aérea Europea (EASA) había previsto un crecimiento del 3,3% de los vuelos europeos en 2018, pero crecieron un 4,9%, 1,1 megatoneladas más de lo esperado.

Las aerolíneas cuentan desde 2016 con un mecanismo de compensación de emisiones con el objetivo de que puedan comprar créditos para compensar sus emisiones de dióxido de carbono, con un periodo voluntario de implementación de 2021 a 2026. A partir de 2027, el mecanismo será obligatorio para todos los estados con sectores de aviación importantes.